El Trópico y occidente están enfrascados, por motivos partidarios, en una pulseta política, ocasionando inestabilidad e incertidumbre, a principios de la presente gestión. Dos regiones, bastiones del populismo que usufructuó del Poder, desde el 2006 hasta la actualidad, que, por cuestiones sectarias, se escindieron y por lo tanto ambos buscan construir su destino, alentados por caudillos sedientos de Poder. La inquietud populista se fracturó, por lo visto, a raíz de intereses mezquinos, provocando peleas internas, al parecer insalvables. La unidad de antaño se hizo añicos.
Ahora la pulseta política involucra a dos puntos geográficos del país, que construyeron ídolos de barro que, al menor soplo de los vientos, se desmoronaron, dejando confundidos y desorientados a quienes los reverenciaban. Medirán fuerzas y evaluarán la convocatoria que tuvieran, en un hecho inédito de los últimos 17 años. Ambos, como conoce la ciudadanía, se inscribieron como populistas y propalaron los objetivos del socialismo del Siglo XXI. Admiradores incondicionales de los autoritarios, que manipularon la democracia para sus fines específicos. Conculcaron los derechos humanos, encarcelando a quienes pensaban diferente, para imponer sus objetivos político – ideológicos, que siempre han generado un futuro desastroso.
Dos regiones distintas geográficamente. En el Trópico, colonizado en la década del 80 del siglo pasado, por mineros relocalizados, abundan los cocales y sus derivados. “Las políticas del MAS, en 2017, aumentaron la superficie cultivada de la hoja de coca (insumo básico de la cocaína) de 12.000 hectáreas (ha) a 22.000 ha, con lo que se legalizaron 10.000 nuevas hectáreas, 2.300 ha en los Yungas de La Paz y 7.700 en el trópico de Cochabamba”, según un estudio de Cedla (1). Sus pobladores, en consecuencia, perciben jugosos ingresos, por la venta de coca en el mercado interno. Pero tampoco cumplen con los impuestos legales. Son terrenos ubérrimos, que prometen mucho.
El occidente, empero, es esencialmente minero. Se ha caracterizado por la explotación y exportación de minerales, como materia prima. “La Paz, Oruro y Potosí, regiones que se caracterizan por ser mineros”, remarcó el Gerente General de la empresa Gerona Power SVF Bolivia, Gastón Flores (2). Con escasa producción agrícola. Terreno poco fructífero, pero custodio de milenarias culturas. Con organizaciones cívicas y sindicales sólidamente organizadas. Ha cambiado, en más de una ocasión, el rumbo de la historia Patria.
El Trópico y el occidente boliviano están distanciados, debilitando la unidad nacional, por el capricho de un angurriento de Poder. Aquel, aplicando medidas de presión, justificadas o injustificadas, ha provocado enormes pérdidas. Ha obstaculizado la reactivación económica.
En suma: las regiones en conflicto deberían retomar, por el bien del país, la cordura.
NOTAS
(1) “Estudio del Cedla señala que la estabilidad económica es sostenida por actividades ilícitas”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 13 de diciembre de 2023.
(2) “Maquinaria con tecnología de punta trabaja en minería”. EL DIARIO, 6 de noviembre de 2023.