domingo, julio 7, 2024
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Falsedades y verdades irrelevantes en nuestra minería

Jorge Espinoza Morales

Importancia mundial de nuestra minería

El valor de la producción minera boliviana siempre ha sido mínimo, porque nunca hemos entrado a las “grandes ligas” de la minería compuesta por el hierro/acero, que en 2022 produjo un valor en millones de dólares (M$us) de 2.318.000, el cobre 193.996 M$us, el aluminio 192.855 M$us, y el oro 179.501 M$us, haciendo un total de 2.884.352 M$us, mientras que el valor de nuestras exportaciones (reflejo de nuestras producciones) fue en total 6.689 M$us, el 0,2% del valor de los cuatro minerales, que cambian de posición con frecuencia, dependiendo de los precios.

Falsedades
Puente de plata a España. El español Antonio de León Pinelo en 1629 (a 84 años de 1545) hizo el famoso cálculo, repetido por generaciones, según el cual con la plata extraída del Cerro Rico podía haberse construido un puente de plata entre Potosí y Madrid con “14 varas (11,7 metros) de ancho y cuatro dedos de espesor”. Asumiendo la mayor producción calculada de plata de 35.578 TMF (Pentland) entre 1545 y 1824 (280 años) y una distancia aproximada de 9.200 kilómetros entre Potosí y Madrid, podría hacerse una barra metálica circular de 2,2 centímetros de diámetro.
Estaño solo en Bolivia. Se nos enseñó que la naturaleza fue tan pródiga con Bolivia, que era el único país productor de estaño de Sudamérica, hasta que Brasil descubrió y explotó intensivamente estaño aluvional, llegando a ser el primer productor mundial a fines de la década de 1980 y comienzos de 1990, mientras que Bolivia en alguna época fue el segundo productor y durante varios años el tercero. A partir de la década de 1990, la mina San Rafael, ubicada cerca de Puno en Perú, empezó a subir su producción hasta 40.000 TMF de estaño por año. La máxima producción de la mina Catavi, entonces la principal productora, fue en 1929 con 21.236 TMF.
Tenemos las mayores reservas de litio. El estudio más amplio fue realizado por la francesa Orstom y la UMSA, que en 1989 estableció una reserva de 8,9 Mt con 0,044% Li (Chile en Atacama tiene 0,150% Li). Por haberse realizado solo 67 perforaciones y pozos en 10.000 Km2 del salar de Uyuni (1 perforación cada 149 Km2), en las prestigiosas publicaciones anuales del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) Bolivia no tiene reservas de litio y nada se hace por establecerlas. Un problema mayor en estas salmueras es la elevada relación Mg/Li de 19/1, que impide la purificación del carbonato de litio. El 21/02/19 ABI informó que la empresa estadounidense SRK (sin experiencia en litio) determinó que el salar de Uyuni tiene reservas de 21 Mt Li. USGS las consideró recursos, porque seguramente se trata de un tremendo volumen de salmueras con escaso contenido de litio. Hasta ahora YLB no ha hecho conocer estos vitales datos para establecer reservas (recursos que pueden ser trabajados económicamente). La falsa reserva es considerada incluso en medios internacionales.
Tenemos las mayores reservas de hierro. El estudio más amplio sobre el yacimiento del Mutún fue realizado por la empresa Arthur McKee (1977), que realizó una grosera estimación de recursos prospectivos e inferidos (no reservas) de 40.000.000 millones de toneladas (Mt). Mediante perforación, en algunos sectores estableció reservas probadas del material primario, de 77,3 Mt con 51,03 % Fe. Una inmensa mayoría de las reservas está en el hierro primario que podría permitir una explotación a gran escala, para el que, lamentablemente. no se ha encontrado hasta ahora un método de concentración. Comibol, Jindal y ahora la Empresa Siderúrgica del Mutún solo trabajaron y trabajan el material secundario de reservas muy limitadas Lo mismo ocurrirá con la planta siderúrgica que construye la empresa china Sinosteel, que producirá 194.000 t de acero de construcción, menos de la mitad de lo requerido por el país. En los registros del USG no tenemos reservas de hierro.

Verdades irrelevantes
Otro de los factores que contribuyó a magnificar nuestra condición de país minero (y nuestro orgullo), es el hecho de que en algunas oportunidades fuimos los primeros productores mundiales de algunos minerales. Evocamos estos hechos, pero nunca consideramos el valor de dicha producción. Por ejemplo, Bolivia fue el primer productor mundial de bismuto a mediados de la década del 1910. En 1916 Aramayo produjo 668 TMF que, con el precio actual de 3,70 $us/LF, significaría solo 5,5 millones de dólares.
Ocurrió lo mismo con el antimonio, mineral con el que en diferentes oportunidades fuimos los primeros productores. La máxima producción histórica se dio en 1916 con 27.413 TMF, que al excelente precio actual de 13.000 $us/TMF hubiese valido 356 M$us. Luego de la nacionalización, la máxima producción (primer lugar en el mundo) ocurrió en 1976 con 17.494 TMF, que con el precio señalado habría valido 227 M$us. Similar situación se dio con el wólfram, con el que fuimos importante productor. La máxima producción ocurrió en 1944 con 4.761 TMF que, al precio actual de 16.995 $us/TMF, daría 81 M$us.
Las cifras anteriores explican por qué Chile, cuando su principal mineral, el cobre, ocupaba el cuarto lugar de producción en el mundo hace décadas, siempre exportó más que Bolivia. La diferencia se ha disparado ahora que ocupa el primer lugar y el cobre, como se vio, está en los primeros lugares del valor mundial de producción. En 2022 las exportaciones mineras de Chile alcanzaron 57.870 M$us y las de Bolivia 6.689 M$us.

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