El concurso “Minería Aurífera: ¿El oro vale más que la vida?” lanzado por la fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) en 2023 llegó a exponer la cruda realidad de los trabajadores de las minas auríferas al norte del país; autoridades del Estado reconocieron que el tema es de urgencia.
El miércoles 7 de febrero, en horas de la noche, se realizó la premiación de los tres mejores trabajos en dos categorías: “Testimonio, Crónica o Reportaje” y “Micro Video”. Asimismo, se presentó un libro con los trabajos que obtuvieron los primeros lugares, junto con otras menciones especiales. El concurso fue lanzado por la FES el año pasado.
El director de la FES en Bolivia, Jan Souverein, encargado de premiar a los ganadores del concurso, recalcó que las autoridades de Estado no deberían “hacer la vista gorda” ante los problemas revelados y aseveró que la fundación contribuirá en su visibilización, mientras la agenda de Estado no contemple su tratamiento.
En tal sentido, la FES anunció que los materiales audiovisuales ganadores en la categoría de video serán difundidos en una campaña por redes sociales, con el objetivo de dar mayor visibilidad a los problemas descritos en el libro.
Jurados del concurso advirtieron que los alarmantes daños que genera la minería aurífera en el medio ambiente y la salud de los indígenas de tierras altas, son un reflejo de que el país aún depende del modelo extractivista, y mostró su preocupación, por dar conocimiento de estas consecuencias a la población.
ORO Y MERCURIO
Los trabajos ganadores revelaron las serias consecuencias del uso del mercurio en la salud de la población indígena que es destinada a extraer oro de la tierra. Las crónicas retratan cómo varios trabajadores e indígenas de tierras bajas llegan a sufrir irritación en la piel, dolor de articulaciones y huesos hasta síntomas más severos como temblores, artrosis y daños severos al sistema nervioso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la inhalación de mercurio elemental provoca insomnio, inflamación de boca y riñones, temblores, edemas pulmonares y desórdenes gastrointestinales.
De acuerdo a testimonios plasmados en algunas crónicas, se encontró que hay recién nacidos con problemas de salud relacionados a la exposición de mercurio.
Por otra parte, los efectos que genera la minería aurífera son la deforestación, la contaminación del agua y la degradación del suelo. Como consecuencias del daño al ecosistema y la vida humana, se revelaron que las inundaciones en lugares aledaños y la cacería de jaguares son también producto de la minería aurífera.
El resto de historias además revelaron que la falta de protección social y condiciones de los indígenas de la región generan otros problemas como explotación laboral, el aumento de la prostitución y hasta la trata de personas.
Dávalos, miembro del jurado, lamentó que “en Bolivia es un lujo hablar de trabajo digno y es exótico hablar de derechos laborales y protección social”.
El especialista en minería de Fundación Jubileo, Héctor Córdova, afirmó que el sector cooperativista se convirtió en el responsable de más del 90% de la producción aurífera de Bolivia, en una reciente entrevista a Mongabay Latam, sitio web especializado en periodismo ambiental.
Córdova, quien también fue jurado en el evento, criticó la debilidad del Estado para controlar la destrucción de comunidades y el avasallamiento de tierras. “Son organizaciones que incumplen las normas del sector minero y su actividad es ilegal”, señaló en su discurso de presentación de los ganadores del concurso.
Otro artículo de Mongabay señala que, en Bolivia, la importación de mercurio aumentó en 60% en diez años. En 2012, el país compraba 15.8 toneladas. En 2022, la cifra fue de 94.7 toneladas. Este metal pesado se utiliza principalmente en la minería artesanal y de pequeña escala dedicada a la extracción de oro.
Córdova explicó además que, de las casi 1500 cooperativas existentes en el país, apenas el 14% cuentan con licencia ambiental para operar. Esto, en su lectura, es culpa del Gobierno por no haber controlado el poder económico y político del sector.
“MOMENTO TRÁGICO”
Por su parte, la senadora de Comunidad Ciudadana (CC), Cecilia Requena, calificó la situación actual de la minería aurífera como un “momento trágico”, ante la “brutal explotación descontrolada y mayoritariamente ilegal con daños irreversibles y monumentales de la explotación del oro en Bolivia”.
En contacto exclusivo con EL DIARIO, la legisladora admitió que es un tema difícil de cambiar porque esta actividad “ha generado un sector superpoderoso económica y políticamente que es casi impune porque el Estado es cómplice y encubridor”.
Al respecto, señaló que el Estado permitió que a través de la ley 535 (Ley de Minería y Metalurgia) se generara “una especie de carcasa donde se han metido las mal llamadas cooperativas para hacer este desastre”.
Para la legisladora, las secuelas por exposición al mercurio que vivirán las nuevas generaciones de las tierras bajas serán “terribles”. Sin embargo, remarcó que es toda la minería la que está “deforestando y destruyendo cursos de agua, generando inundaciones como en Tipuani sin control alguno”, por lo que exhortó a las autoridades municipales y gobernaciones que se activen.
Requena añadió que, el 5 de febrero reclamó a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), a las Bartolinas y al Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), qué estaban haciendo por defender a los campesinos.
“Me reúno con campesinos desesperados porque les destruyen sus chacras, sus lagos de piscicultura y sus ojos de agua donde tenían agua potable. ¿Quién los está defendiendo?, ¿No se supone que la Csutcb debería hacerlo?, ¿Cómo la COB no los defiende (a los que son explotados) so pretexto de cooperativas que no cumplen ninguna norma laboral?”, cuestionó.
PASOS PEQUEÑOS
Pese al panorama negativo, la senadora manifestó que el abordaje de estos temas son “pasos pequeños” hacia el cambio, e instó a que los medios tradicionales y nuevos extiendan el mensaje, como lo hace EL DIARIO.
Añadió que, cuando entró a ejercer su cargo en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) hace tres años, no se hablaba del tema en la esfera pública, por lo que considera que hubo un gran avance hasta hoy.
Por otra parte, Requena instó a reconocer la articulación de la sociedad civil, la academia, los pueblos indígenas y organismos internacionales por luchar para que el tema tome relevancia.
Asimismo, felicitó la iniciativa porque considera importante traer este tema a la agenda mediática y política para que “la gente se active” desde las redes sociales y la acción colectiva.
CONCURSO
Con la presencia de autoridades nacionales, investigadores, periodistas y familiares de los participantes galardonados, el evento reflejó la voluntad de la fundación alemana por visibilizar los impactos de la indiscriminada explotación del oro en las cooperativas mineras auríferas en el norte del país.
Si bien el jurado reconoció que pocos de los trabajos profundizaron en los temas tratados, aseguraron que fue un ejercicio importante de acercamiento a esta realidad de las comunidades indígenas de tierras bajas.
Los ganadores en la categoría Testimonio, Crónica o Reportaje, fueron Sofía Mair, Milán Dorado y Pablo Quiroz, en el primer, segundo y tercer lugar, respectivamente.
Mientras, en la categoría de Micro Video, los ganadores fueron: Nadia Puma, Javier Calle, Alejandra Rodríguez, Waldo Vargas y Agustín Cárdenas en el primer lugar; Carla Siles en el segundo lugar y Rodrigo Riveros en el tercer puesto. Sus videos serán difundidos en otros medios, como parte del compromiso de visibilización de la FES.
Los jurados presentes en el evento fueron el especialista en minería y exviceministro de Desarrollo Productivo Minero y Metalúrgico, Héctor Córdova, el cineasta paceño, Gory Patiño, y la activista, Lizeth Dávalos.