Expresiones de amnesia y descaro insoportable

Después de que el presidente Luis Arce Catacora promulgara la ley que supuestamente posibilitaba las elecciones judiciales, la población pensó que desaparecerían totalmente los bloqueos de caminos que por más de quince días provocaron malestar social y enormes perjuicios económicos, tanto a sectores productivos, por el retraso en sus entregas de productos o por su deterioro en vías, como a los consumidores, por efectos como la escasez y la elevación de precios de alimentos.
Esa promulgación, que causó que los líderes de los sectores arcistas y evistas se echaran flores, considerando cada uno de ellos que había solucionado el problema, no fue suficiente y ahora sigue el embrollo. Y es que los arcistas se muestran reacios a tratar el asunto de los magistrados autoprorrogados, mientras, se dice, no sean aprobados créditos solicitados por el gobierno. Por su parte, los evistas y sectores de oposición quieren que primero sea tratado el tema de la prórroga de los tribunos que han finalizado su mandato. Como ninguno quiere dar su brazo a torcer, continúa la amenaza de medidas de presión que, en verdad, solo afectan a quienes no viven de la política o politiquería.
Lo peor es que ahora el expresidente Evo Morales se muestra como defensor acérrimo de la Constitución Política y el sistema democrático. Al parecer ha olvidado que para prorrogarse en el poder ha violado la CPE y ha influido para que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) lo habilitara para candidatear a la presidencia por cuarta vez, mediante una sentencia que dijo que “la reelección indefinida es un derecho humano”. Tampoco respetó el referéndum del 21 de febrero de 2016, que rechazó su nueva candidatura. Tal es el descaro de Morales ahora al exigir respeto al ordenamiento legal.
Por su parte, el ala arcista proclama también la defensa de la legalidad e institucionalidad y se queja de que los asambleístas evistas solo velan por sus intereses políticos y que no están comprometidos con el pueblo, al no aprobar primero los créditos. Pero es seguro que al gobierno no le interesan, en el fondo, las elecciones judiciales, porque entonces dejaría de tener un Tribunal Constitucional dependiente.
Lo intolerable es que ambos sectores del MAS no asuman la responsabilidad de que tengamos hoy una Asamblea Legislativa que deja mucho que desear. Es tanta la amnesia del masismo que ha olvidado que en 2006 llegó al poder sin división y que ha cooptado las instituciones públicas para ubicar a sus afines, sin que demuestren, muchos de ellos, previamente suficiente preparación académica. Prueba de ello hoy son las lamentables declaraciones de asambleístas de ambos bandos sobre varios asuntos, ya que muchos de ellos se limitan a repetir los discursos de los portavoces de partido y a veces hacen hasta afirmaciones contradictorias. Mientras no haya depuración en el Legislativo, será muy difícil que la población les otorgue nuevamente su confianza.