Es posible considerar que en Bolivia los legisladores elaboran con inusitada frecuencia leyes inaplicables que, obviamente, no se cumplen y solo sirven de máscara para hacer creer que se está gobernando y los problemas serán resueltos a pedir de boca. Entre esos casos de inutilidad legislativa se encuentran la ley de prohibición al cultivo de coca en más de veinte hectáreas por agricultor, prohibición al tráfico de drogas, a corrupción, tráfico de mujeres y niños y muchas otras.
Con ese mismo ritmo y velocidad, últimamente autoridades y parlamentarios, a raíz del reciente gran bloqueo de caminos que realizó el jeque del MAS, algunos asambleístas prepararon un proyecto de ley para frenar y castigar a los bloqueadores de caminos, como si fuese la medicina eficaz para evitar esa clase de problema. Sin embargo, resulta que semejante iniciativa (en caso de hacerse realidad,) será tanto más inútil que otras leyes que fueron presentadas con anterioridad, vale decir que nadie la va a tomar en cuenta y, peor aún, ocasionará que el delito aumente y las cárceles se llenen de ciudadanos, algunos inocentes.
El proyecto de ley mencionado sigue precisamente por ese camino. Los legisladores se romperán la cabeza revisando la proposición, discutirán el asunto por semanas y, por supuesto, se deduce que el presidente promulgará la inteligente medida y, por tanto, se esperará que los bloqueos desaparezcan. Pero, como es seguro, en vez de que esa “solución” ponga fin a la cuestión, más bien se producirán más bloqueos, los autores serán apresados y juzgados y enviados a las cárceles, como ocurre en numerosos casos similares. Sin olvidar que los bloqueos de caminos, son la medida preferida por sectores masistas para lograr que sean atendidos sus objetivos políticos. Y, además, el régimen populista se mantiene desde el año 2006.
El proyecto de ley contra bloqueos de caminos, calles y otros será, en esa forma, otro fracaso y motivo de risa de la opinión pública. El motivo de ello es por demás simple, es decir que no se considera que el bloqueo es una causa, no solo un efecto y que, si no se resuelve, en primer lugar, el origen de los bloqueos, seguirán siendo organizados, con más frecuencia y virulencia.
Sin duda, esos resultados se deberían a que quienes dictan medidas judiciales, económicas y políticas no toman en cuenta que no hay efecto sin causa y que primero es tratar a la “madre del cordero”, lo que ha sido olvidado por los legisladores. De ahí que ese proyecto de ley, como otros ya dictados o por dictarse sin tomar en cuenta esa categoría básica del Derecho, están destinados a no cumplirse y, peor aún, a que fomenten delitos, como ocurre con la ley contra la discriminación y otras, inútiles en la práctica.
Inútil ley contra bloqueo de caminos
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