En países europeos se hace grandes esfuerzos para reducir las áreas de cultivos agrícolas y de forrajes para alimentación de animales y la Unión Europea asegura que para el año 2040 se deberá disminuir la cantidad de campos verdes a la mitad y, en esa forma, reducir la ganadería y obligar a la gente a cambiar sus costumbres y, entre ellas, consumir solo la mitad de carne que ahora se consume. Entre tanto, en Bolivia, ya ha tenido éxito la suspensión de la agricultura en más de 500 mil hectáreas en el altiplano, valles y yungas, sin hacer mayores esfuerzos, solamente dictando diversas medidas que han dado “notables” resultados.
Por ello la Comisión Europea ha hecho cambios para dar respuestas a protestas en defensa del medio ambiente que se produjeron en varias naciones del viejo continente. Pero los granjeros insisten en oponerse a reducir el número de campos verdes para disminuir las emisiones de gas metano que produce la ganadería hasta el 90% hasta el año 2040.
Recientes protestas comenzaron en los países nórdicos y se han expandido a Francia, Alemania, España, Portugal y otros. A las protestas también se han unido otros para oponerse a esos planes de la Unión Europea, señalando que las amonestaciones han sido desproporcionadas en relación con otras manifestaciones de granjeros y productores industriales, en otros países europeos. Y se afirma que todos los sectores necesitarán contribuir para reducir las emanaciones de gas metano, lo que a la vez limitaría la actividad ganadera.
La Unión Europea inicia también un proyecto anti pesticida para el año 2040. El nuevo plan reactiva las recomendaciones para que los ciudadanos cambien sus costumbres, como alimentarse menos con carne y consumir menos alimentos preparados con energías fósiles. Esas no son las únicas propuestas de la Unión Europea, pues ha insistido en mantener la línea de la reunión de París. Pero, ¿esto ha calmado las protestas? Es dudoso, más bien ha causado mayores protestas, las cuales se han extendido por toda Europa. En España otras manifestaciones de granjeros, que no aceptan las propuestas de la UE, han tenido que ser dispersadas con gases lacrimógenos.
En todo caso, el conflicto con los granjeros europeos solo llega a niveles de actividad agrícola y no a temas de derecho de propiedad de la tierra, lo que reduce la gravedad del asunto. Por el contrario, en Bolivia con políticas estatales se trata de ampliar la frontera agropecuaria en el oriente, con dos o tres millones de hectáreas para producir gramíneas y forraje para ganadería, lo cual significará un aumento considerable de las emisiones de gas metano.