“Hasta el 80% de la riqueza generada por la explotación aurífera beneficia a inversiones extranjeros, que además son ilegales, en lugar que al Estado boliviano. Las exportaciones en oro metálico han superado al valor de las ventas de gas, pero la diferencia es que la producción gasífera dejó 30 veces más impuestos que la explotación aurífera”, según advierte el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario – Cedla (1).
“En el gas, se ve impuestos, transferencias y regalías; en el oro, casi nada. La mayor parte va a parar a los bolsillos de inversionistas extranjeros, chinos, colombianos, peruanos y chilenos. No hay en este momento una norma que cambie eso”, dijo el investigador Alfredo Zaconeta (2).
La riqueza aurífera, por lo visto, está siendo saqueada por extranjeros, en connivencia con algunos bolivianos encubiertos bajo los pendones del cooperativismo. Ahora ya no es el imperialismo, ni la oligarquía ni los vende Patria, sino los foráneos, quienes, como en el pasado, hincan sus garras en las entrañas del país, para medrar a costa de sus recursos naturales.
Bolivia siempre ha sido saqueada. Sus minerales, en particular, labraron la prosperidad de otras potencias, menos la de los bolivianos. Ellos continuaron inmersos en la pobreza. Con enormes necesidades para sobrevivir, en tiempos del populismo que declina. Confrontando, por lo tanto, graves problemas para llenar la canasta familiar. Percibiendo salarios, que han perdido su poder adquisitivo. Con un pan de batalla, reducido de tamaño y peso. Haciendo largas filas, desde la madrugada, para obtener una ficha de consulta médica, en hospitales del Estado. Sin empleo formal, sino con ocupación informal. Sin acceso a la educación, por sus limitaciones económicas. Sin esperanza para lograr un futuro mejor. Mientras los saqueadores viven en Jauja.
Bolivia siempre ha sido saqueada. “El cerro de Potosí –recordemos– fue uno de los elementos más importantes para el desarrollo capitalista y la riqueza de Europa. Basta mencionar que, por ejemplo, en el año 1630, se extrajeron más de dos millones y medio de kilogramos de plata. Antes y después, cantidades semejantes” (3). Actividad extractiva que implicó dolor, sangre y vida de gente humilde. Pero los beneficios de ésta, recayeron sobre otros Estados. Y acá continuaba la situación de siempre.
Bolivia siempre ha sido saqueada. A la derecha se la ha estigmatizado, como entreguista. A sus componentes, como sirvientes del imperialismo. Que habrían pactado con éste, para saquear Bolivia. Pero no se observa hoy su presencia en el país. Entre tanto el populismo mantiene un mutismo increíble, acerca la depredadora e ilegal actividad aurífera.
En suma: de veras que Bolivia, siempre ha sido saqueada.
NOTAS
(1) “80% de riqueza por explotación aurífera beneficia a extranjeros”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 16 de febrero de 2024.
(2) Ídem. Ídem.
(3) “El espacio territorial y sus categorías”, número I, 1993, Pág. 12. Impreso en SERVING, La Paz – Bolivia.