Desde que llegué a Inglaterra hace casi 50 años, tuve muchas oportunidades de ver muchos Rolls Royce y no dejo de asombrarme tan solamente por en cuánto estos vehículos están evaluados, también por la inspiración artesanal heredada. Una visión realizada sin concesiones. Desde 1904, la fábrica del Rolls Royce en Manchester, Inglaterra, ha estado fabricando el automóvil de lujo exclusivo y definitivo para celebridades. Desde jugadores hasta la elite de Hollywood y familias reales, algunos de estos clientes solicitan comodidades y diseños especiales, lo que a menudo hace que el precio se dispare aún más. Entre las actuales celebridades que gozan de estos autos están David Beckham, Jennifer López, Simón Cowell, Reyna Latifah, Floyd Mayweather y muchos más. Los precios de estos autos oscilan entre 350 mil y 3 millones de dólares.
Hay que destacar que, siguiendo con los precios de un Rolls Royce moderno, hay un modelo aun con un precio más alucinante y que alcanza millones de euros en el mercado actual. Este modelo es el famoso Rolls Royce Boat, con un precio de 23 millones de euros (26 millones de dólares). Es el auto nuevo más caro del mundo. Existen otros vehículos clásicos que superan este precio, pero ningún otro modelo de nueva creación ha costado tanto producir. Se trata de un one-off, un auto hecho a medida del cliente. Y es que se trabaja codo con codo con los ingenieros de una marca para crear un vehículo que nace de su imaginación. En este caso, el adinerado y afortunado cliente confió en su marca habitual, Rolls Royce, para dar forma a un modelo único, que fusiona lo mejor de los automóviles y los yates.
Con nada menos que 5,8 metros de longitud total, este ‘Rolls’ se caracteriza por su diseño claramente inspirado en la náutica, y más concretamente por una zaga que recrea la auténtica cubierta de popa de los Boat Tails, con grandes extensiones de madera. El material de poro abierto presenta una veta de madera lineal que se alarga visualmente con incrustaciones de rayas de acero inoxidable cepillado, sirviendo como un guiño a la construcción de madera típica de los yates.
Al pulsar un botón, la cubierta se abre en un amplio gesto de mariposa, para revelar una intrincada y generosa zona de ‘carga’. Su complejo movimiento se inspira en los conceptos de voladizo, explorados por el renombrado arquitecto español Santiago Calatrava. En éste son guardados los accesorios perfectos para una auténtica experiencia gastronómica al aire libre. Un lado está dedicado a los aperitivos y el otro a la cocina, y se completa con la cubertería grabada con el nombre «Boat Tail», fabricada por Christofle en París. A su vez se ha creado una nevera doble para albergar las añadas favoritas de champán Armand de Brignac de los clientes. Fueron creadas elegantes cunas para guardar el tamaño específico de la botella dentro de la nevera.
En total, para crear el Rolls Royce Boat Tail se ha empleado 1.813 piezas completamente nuevas, específicamente para este coche. No es de extrañar, por todo lo detallado hasta ahora, y con cientos de detalles más que me sería imposible enumerar en este artículo, que estemos hablando del auto más caro jamás construido.
Londres, Inglaterra.