Parte I
La familia, la comunidad y la escuela son referentes fundamentales en la formación del ser humano para su integración en la sociedad. Pero esta formación está sujeta a diversas transformaciones de orden coyuntural, a diversos cambios educativos, los cuales muchas veces hacen que el sujeto no esté preparado para la adaptación a esta sociedad cambiante en diversos niveles, sea biológico, psicológico y social. Todo lo cual nos empuja a una visión de formación integradora, que se inicia en la familia, pasa por la comunidad y quien brinda refuerzo es la Unidad educativa, lo que conlleva a trabajar en función a un interés común, el sujeto.
Es importante focalizar nuestra educación en función a lo comunitario, tomando conciencia de que la familia y la comunidad ahora son parte de la formación del nuevo ciudadano, fortaleciendo esos lazos y relaciones entre escuela, familia y comunidad para lograr una formación con calidad educativa integral.
El rol de los padres en la familia es determinante en la formación de valores, frente a los cambios que sufre la sociedad, por los avances tecnológicos y científicos que básicamente afectan a la familia en sus relaciones. Y es que ya no existe una comunicación directa, los valores socio afectivos desaparecieron gracias a los “benditos” celulares.
Frente a esta problemática educativa y social es necesario repensar en crear una nueva concepción de educación, desde una perspectiva comunitaria, donde el verdadero interés y protagonista sea el o la estudiante, y exista una relación común entre la familia y la comunidad educativa. Vale decir que en la familia y en la comunidad educativa se están produciendo cambios sustanciales en relación con los roles de cada uno de los actores influidos por la tecnología en información y comunicación. Con los medios tecnológicos se está formando un estilo de vida complicado para los estudiantes, con carencia de valores, donde todo es permitido y casi nadie es sancionado. Por ejemplo, vemos mediante los medios tecnológicos que las pequeñas infracciones son castigadas con rigor y las grandes acciones de corrupción no son sancionadas, más bien son justificadas.