jueves, julio 25, 2024
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Crisis económica camino a profundizarse

PGE 2024 provocará déficit fiscal, endeudamiento y más gasto corriente

> El mantenimiento de una inflación baja representa una subvención de un poco más de 2.000 millones de dólares en subvención, el mayor es combustibles, que requiere recursos, por ello busca financiamiento el Gobierno.

El Gobierno inició la presente gestión con la puesta en marcha de 10 medidas acordadas con el empresariado, al respecto economistas sostienen que no tendrá un gran impacto sino se reducen gastos fiscales. Un análisis de la Fundación Jubileo señala que el PGE 2024 provocará déficit, endeudamiento y mayor gasto corriente, la misma receta de los últimos años.
El Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 muestra la misma orientación y resultado de las finanzas públicas de años anteriores, un mayor gasto corriente, un profundo déficit fiscal y mayor endeudamiento.
El Gobierno a través de sus organizaciones sociales presiona a la Asamblea Legislativa para aprobar créditos externos por más de 800 millones de dólares, y parlamentarios del ala “arcista”, buscan por todos los medios dar curso al financiamiento internacional. Implica subir la deuda externa, que supera los 13.500 millones de dólares.
El economista, Gonzalo Chávez, explicó sobre insolvencia y liquidez, en sus redes sociales, y señala que el Gobierno disminuyó sus ingresos, uno de los más principales, la renta del gas, ahora enfrenta problemas de liquidez.
Por ello recibió calificaciones bajas y el riesgo país subió.

Análisis
El análisis de la Fundación Jubileo señala que las cifras retroceden y los problemas son estructurales, uno de ellos el déficit fiscal, que viene arrastrando 11 años, debido al gasto corriente que cada año se incrementa en detrimento de la inversión pública.
Para 2024 se estima un incremento de las recaudaciones tributarias, pero una disminución de la renta de hidrocarburos. La renta por hidrocarburos (Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y regalías) será menor de lo obtenido el 2006.
Pese a la tendencia de bajos ingresos, el gasto corriente no deja de subir cada año y con la presente gestión se cumplen 11 años consecutivos, con déficit fiscal. Las transferencias a gobernaciones y municipios son menores a lo que recibían el 2011.
Pero eso no es todo, Jubileo señala que en 8 años, la deuda externa se duplicó. El saldo es mayor a los 13.500 millones de dólares, y en menos de 5 años, la interna subió más de 100.000 millones de bolivianos.
La entidad sostiene que los indicadores grafican una situación de crisis; sin embargo, no se advierten ajustes que contribuyan a evitar un colapso, como reducir el gasto corriente.
“Con un Estado que es el principal actor de la economía y un modelo que apuesta por un sector público tan grande y costoso, la economía está en constante deterioro por muchos años”, señala el análisis.
La complicada situación de las finanzas públicas, sumada al agotamiento de las Reservas Internacionales, la baja en las calificaciones de riesgo y las proyecciones de crecimiento, grafican una situación de crisis.
Los desaciertos de la política pública afectan de manera significativa a la población, principalmente a los sectores más vulnerables.
En su momento, las autoridades del sector económico indicaron que la creación de las 130 industrias en el marco de sustitución de las importaciones, crearán 20.000 empleos públicos, y ahora mismo con las empresas estatales el número de funcionarios es alto y la mayor parte de estas, está en quiebra.
En redes sociales, ejecutivos de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) indicaron que ya cuentan con recursos para seguir acopiando granos. Una de las explicaciones es la apertura de supermercados, que sólo aumentó el gasto corriente, pero no es su función.
El número de funcionarios públicos es alrededor de 600.000 y el presupuesto que se destina a pagar sueldos y salarios es significativo, cuya situación provoca que el Gobierno pierda liquidez, ahora va en busca de recursos vía venta de bonos en dólares, pero si no reduce los gastos gubernamentales la situación no cambiará.
De acuerdo al PGE 2024 proyectado en noviembre de 2023, el gasto consolidado asciende a 265.559 millones de bolivianos, de los cuales los “Gastos Corrientes representan el 58,6%, es decir 155.640 millones”.
Los gastos corrientes (sueldos y otros), que crecieron de manera significativa casi constantemente durante todos los años de la bonanza e incluso después, nuevamente registrarían un incremento en 2024, en comparación con el presupuesto del año pasado. El presupuesto 2024 de gastos corrientes es alrededor del 8%, mayor al presupuesto 2023.
La constante expansión y consecuente alto nivel que han alcanzado los gastos corrientes, son un factor que afecta a la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Con relación a la subvención a hidrocarburos, ésta continúa aumentando, llegaría a Bs 9.803 millones en 2024, un 28% más que el año pasado.
Aunque, el Gobierno justificó los recursos destinados a gasto corriente, pues gran parte obedece a personal de educación y salud.

Inversión pública
Mientras la inversión pública, que aumentó significativamente los años de la bonanza, llegando a un nivel récord el año 2016, posteriormente cayó notablemente a casi la mitad.
Esa tendencia de los últimos años es contraria a lo que sucede con el gasto corriente. Los gastos corrientes suben, mientras la inversión ha bajado.
Para 2024, si bien se tiene un monto presupuestado de inversión pública de 4.274 millones de dólares, habrá que observar la ejecución que, en general, todos los años estuvo por debajo de los niveles programados, más aún ahora, en un contexto de ingresos y financiamiento bastante limitados, señala el análisis de Jubileo.

Hidrocarburos
En el caso de los ingresos por hidrocarburos, provenientes del IDH y las regalías, que cayeron a partir del 2015, para 2024 marcan nuevamente un valor mínimo de los últimos años, muy por debajo de lo alcanzado en 2013 y 2014.
La caída de la renta por hidrocarburos se dio, en principio, por la disminución de los precios internacionales de hidrocarburos (desde finales de 2014), pero en los últimos años, merma de la renta se debe a menores niveles de producción y exportación.
Siendo que el presupuesto 2024 fue elaborado con un precio estimado del barril de petróleo de 71 dólares, muy similar a la estimación del 2023 de 71,90, se puede inferir que la disminución de esta renta en el presupuesto 2024 también es resultado de una menor producción (no por efecto del precio).
Esa baja no es una situación coyuntural, sino la tendencia de largo plazo, reflejo de la falta de exploración en el sector de hidrocarburos y, por tanto, de reducidas reservas.

Ingresos de gobernaciones y municipios
Los principales ingresos con los que cuentan los gobiernos subnacionales (gobernaciones y municipios) provienen de las transferencias por coparticipación de impuestos nacionales (incluyendo el IDH) y las regalías, pero este sigue un comportamiento similar al registrado en las recaudaciones nacionales, por tratarse de una proporción del total.
Se dio una caída significativa de ingresos entre 2014 y 2017, y posteriormente, oscilaciones con tendencia decreciente. En todo caso, se muestra claramente que la situación de los municipios y gobernaciones es distinta y menos favorable en comparación al período de bonanza, con ingresos bastante reducidos comparativamente.
Para 2024, se tiene un monto similar al presupuestado en 2023, con un leve incremento en municipios y una leve disminución en gobernaciones.
El crecimiento económico estimado para la presente gestión es de 3,71%, menor a lo proyectado en 2023 (4,8%) y más bajo con respecto al 2022 (5,1%), pero los organismos internacionales señalan entre 1,5% y 2%, para el 2024.

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