lunes, diciembre 23, 2024
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La factura del control político de las exportaciones

Juan Pablo Quiroz

En octubre de 2021, el exvicepresidente del país entre 2006–2019, confesó en una entrevista que, desde el 2009 implementó un control político a las exportaciones, oculto bajo la apariencia de precautelar el mercado interno y la seguridad alimentaria.
¿Cómo salió esa medida tan perversa que ahora ha generado una escasez de divisas que tenemos que tragar amargamente los bolivianos? Se puede decir que fue un descubrimiento involuntario, a partir de la declaratoria de desastre nacional por alteración de ciclos de lluvia y de sequía (El Niño 2006-2007 y La Niña 2007-2008), que afectó la producción agropecuaria.
La pérdida de cultivos generó desabastecimiento en el mercado de insumos para la producción de pan en primer momento, lo que activó inflación; la respuesta del gobierno fue inicialmente la liberación de importaciones de trigo y harina por 3 meses, sin embargo, la medida no corregía la escasez, la presión inflacionaria era latente. Por lo que se tuvo que ampliar el plazo y acompañar con otras medidas, como la importación directa por parte del gobierno para entregarla a los panificadores, pero tampoco fue suficiente, optando por la suspensión de exportaciones para garantizar la provisión nacional, impidiendo cumplir con contratos y reduciendo el suministro en mercados como el peruano.
Ya se tenía claro lo que pasaría por la llegada inusitada de dichos fenómenos climáticos, por lo que se esperaría que el gobierno se prepare, pero no lo hizo. Las contingencias sacaron a relucir la principal característica gubernamental, la ineptitud. La politocracia se impone a la meritocracia, así los cargos fueron ocupados por individuos sin preparación ni experiencia, que no supieron planificar y menos responder a dichos eventos, por lo que apelaron a paliar los problemas con tácticas viles que se institucionalizaron como armas políticas.
“Pongo este ejemplo, pero es un razonamiento general. Se trata de cruzar el camino a los sectores empresariales”. A partir de ese momento, entendieron que podían atacar al empresariado aprovechando coyunturas o sin ellas, continuando hasta 2022.
“[…] Y si molestan un poco más, les suspendes las exportaciones”. Medidas que se suponía eran excepcionales y temporales, se fueron prolongando y ampliando a más productos, dado que lo que les importaba era lo político. “[…] el caso de la soya en Bolivia. La soya se produce en el oriente; hay cuatro empresas agroindustriales, de la oligarquía cruceña, que no solamente era nuestra enemiga política antes y lo es ahora […]”.
Las restricciones se implementaron incluso cuando no había desabastecimiento, ya que con el 20% de la producción de soya se cubre el mercado local. Por ello, mostraron su extrañeza los gremios empresariales, ya que indicaban que no era evidente la escasez, o que el leve incremento de precios, como del azúcar, se debía a salidas por contrabando, que es tuición gubernamental controlar.
Al ver que no había sido fácil el rol empresarial, crearon otra perturbación “La posibilidad de que el Estado implemente un conjunto de políticas económicas […] te metes y construyes una empresa del Estado”. Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Parece que empiezan a comprender que los ingresos financian los egresos, que la suspensión de las exportaciones impidió la llegada de divisas para pagar importaciones, que esa brecha debió cubrirse con inversión extranjera que prácticamente desapareció debido a la pseudo nacionalización; obligándolos a echar mano de los ahorros (RIN), al punto de la extinción. Por ello consideran como logro gubernamental la llegada de remesas; o acudir a créditos, lo que no entienden es que eso genera más déficit.
Hoy, estamos viviendo una escasez de dólares no vista desde la época de la UDP, debido al manoseo político por intereses sectarios a costa de la economía en su conjunto. Gastamos más de lo que generamos, importamos más de lo que exportamos, por lo que ahora recurrimos a los “enemigos”, incluso ofreciendo reducir las trabas administrativas creadas con las restricciones.

El autor es economista.

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