En pruebas con animales realizadas en Brasil en la Universidade Estadual Paulista, esta estrategia redujo un 99,9 % la cantidad de parásitos existentes en el bazo y en el hígado.
Una nueva terapia desarrollada por científicos de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil, puede revolucionar el tratamiento de la leishmaniasis visceral, una enfermedad tropical que afecta a alrededor de 400.000 personas al año en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de la administración de nanopartículas con lupeol, un compuesto químico presente en diversas especies vegetales: en frutas tales como el mango, la uva y la fresa, por ejemplo. En pruebas con animales, esta estrategia se mostró eficaz para eliminar casi completamente al protozoo del género Leishmania causante de la enfermedad en los órganos afectados. Y los resultados se publicaron en la revista Pharmaceuticals.
La leishmaniasis visceral es la forma clínica de una enfermedad infecciosa tropical con un alto riesgo de muerte: la tasa de mortalidad asciende al 95 % si no se la trata, de acuerdo con la OMS. Y aun cuando se siguen los protocolos recomendados, el índice de mortalidad llega hasta el 10 %.
Para empeorar el cuadro, los tratamientos actualmente disponibles –basados fundamentalmente en el uso de antimonios pentavalentes o anfotericina B– causan severos efectos colaterales en el corazón, en el hígado y en los riñones de los pacientes. Asimismo, algunos fármacos tienen un costo extremadamente elevado, especialmente para los sistemas públicos de salud y, de administrárselos en forma inadecuada, pueden generar parásitos resistentes. De allí la importancia de hallar nuevos compuestos activos, por eso los científicos han enfocado esfuerzos en los productos naturales identificados en las plantas.
En este estudio financiado por la FAPESP (proyectos 16/10324-6, 18/07885-1, 18/24077-6 y 23/01641-1), investigadores del Instituto de Biociencias del Campus Experimental del Litoral Paulista (IB-CLP-Unesp), con sede en la ciudad de Sao Vicente, diseñaron un nuevo abordaje, que consiste en administrar lupeol –un compuesto químico del tipo de los triterpenos, producido y acumulado por ciertas especies vegetales– encapsulado en nanopartículas lipídicas.
“En estudios in vitro, el lupeol ha exhibido capacidad para eliminar diversas formas de Leishmania, pero tiene una escasa solubilidad en diluyentes fisiológicos, lo que limita su biodisponibilidad in vivo”, explica Jéssica Adriana de Jesus, posdoctoranda en el IB-CLP-Unesp y autora principal del estudio.
“Este problema se soluciona poniéndolo dentro de nanopartículas lipídicas, pues así se vuelve posible superar las barreras biológicas, maximizar el efecto terapéutico y liberar el fármaco en un lugar específico, en el caso de la leishmaniasis visceral, en el bazo, en el hígado y en la médula ósea”, añade. “Estos nanotransportadores no son otra cosa que vehículos que llevan el compuesto hasta el sitio necesario. Y una vez allí, con el pH adecuado, se abren y liberan el fármaco.”
CON RESULTADOS INÉDITOS
En el experimento que se llevó a cabo en la Unesp, se utilizaron cuatro grupos de animales infectados con la especie Leishmania infantum y se los trató durante diez días: el primero únicamente con lupeol; el segundo fue tratado con nanopartículas con el compuesto; al tercero se le administró solamente el vehículo (las nanopartículas sin el principio activo), y al cuarto se le dio un placebo. Tras ese período, les fueron extraídos el bazo, el hígado, sangre y plasma para luego sometérselos a análisis bioquímicos, fisiopatológicos y de carga parasitaria.
Como era de esperarse, los transportadores lipídicos nanoestructurados con lupeol exhibieron una eficacia superior a la del fármaco solo en la eliminación de los parásitos en el bazo y en el hígado de hámsteres con leishmaniasis visceral: su administración durante diez días consecutivos redujo un 99,9 % la cantidad de parásitos.
“Asimismo, los animales tratados de este modo exhibieron únicamente alteraciones histopatológicas mínimas en el bazo y en el hígado”, comenta la investigadora. “Por primera vez, comprobamos que esta combinación es altamente eficaz en el tratamiento de la enfermedad y debe considerársela como una fórmula significativa para su utilización.”
En el estudio publicado ahora, las nanopartículas con lupeol se aplicaron a través de una inyección intraperitoneal (en la cavidad abdominal de los animales). Los próximos pasos del grupo comprenden el desarrollo de un nanotransportador de uso oral, lo que les permitiría a los pacientes tratarse en casa, y también versiones para su aplicación tópica, orientadas al tratamiento de la leishmaniasis cutánea.
El estudio realizado durante el posdoctorado de De Jesus contó con la supervisión de Luiz Felipe D. Passero, docente del IB-CLP-Unesp y del Instituto de Estudios Avanzados del Mar (Ieamar-Unesp), también con sede en Sao Vicente.
También participaron en el trabajo los investigadores Ilza Maria O. Sousa, de la Universidad de Campinas (Unicamp), Thays Nicolli, Aurea F. Ferreira y Marcia D. Laurenti, del Laboratorio de Patología de Afecciones Infecciosas del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (HC-FM-USP), y Domingos C. Ferreira y Paulo C. Costa, del Laboratorio de Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Porto (Portugal)… (Agencia FAPESP).