Con llanto y dolor entierran a niños asesinados por su padre

Familiares, amigos y vecinos de Daniel y César, los niños que murieron tras ser degollados por su padre, fueron enterrados la pasada jornada en el Cementerio de Ventilla de la ciudad de El Alto, en medio de llanto y pedidos de justicia. Mientras, el sujeto que cometió el crimen fue trasladado del hospital directo a una celda del penal de máxima seguridad.
“Maldito, te vas a pudrir en la cárcel”. “Asesino, maldito”, eran las palabras que varias personas gritaban, mientras efectivos policiales intentaban sacar del hospital al hombre que llevaba una bata. La gente enardecida lo siguió e incluso golpeó al hombre quien no tuvo más que buscar otra salida para llegar al vehículo que posteriormente lo trasladó hasta el penal de Chonchocoro para cumplir su conceda de 30 años sin derecho a indulto.
César G. T. P. degolló sin piedad a sus dos hijos, de 2 y 4 años, y también intentó matar a su expareja. Horas antes de que fuera trasladado, los restos de los dos niños fueron enterrados en el cementerio alteño, pero antes el cortejo fúnebre pasó por inmediaciones del hospital donde estaba el asesino.
El pasado miércoles, el Juzgado 4° Anticorrupción y Violencia Contra la Mujer de la ciudad de El Alto determinó la pena máxima de 30 años de prisión en el penal de Chonchocoro para César G. T. P. por el asesinato de sus dos hijos, de dos y cuatro años de edad.
En la audiencia de procedimiento abreviado, el hombre admitió ser el autor de los crímenes que cometió con un cuchillo de cocina la madrugada del 5 de marzo en un domicilio de la zona Ciudad Satélite.
También hirió a su expareja Silvia P. Q. C. y fue sentenciado a 15 años de presidio por el delito de feminicidio, en grado de tentativa.