La Cámara Nacional de Industrias (CNI) es una institución en Bolivia que representa y promueve los intereses de las empresas industriales del país. La CNI juega un papel importante en la promoción del desarrollo industrial sostenible, la defensa de los derechos e intereses de sus miembros, la generación de políticas públicas favorables para el sector industrial y la promoción de la competitividad y el crecimiento económico. Además, proporciona servicios de apoyo a sus asociados, como asesoramiento técnico, capacitaciones, información sobre normativas y regulaciones, entre otros. Su objetivo es impulsar un ambiente propicio para el desarrollo de la industria en Bolivia.
Esta Cámara fue fundada en 1950 y actualmente cuenta con más de 1.500 empresas afiliadas de diferentes sectores, como alimentos, minería, manufactura, petroquímica, metalurgia, entre otros.
A fines del mes pasado, esta organización empresarial cumplió 93 años de trayectoria institucional, liderando las acciones destinadas a fortalecer al sector industrial del país, buscando hacerlo cada vez más competitivo.
Con motivo de esta celebración, la CNI entregó reconocimientos a empresas, de las cuales muchas han sido parte integral de la CNI durante décadas, cumpliendo este año desde 10 a 90 años de actividad ininterrumpida. También se rindió homenaje a empresas que superaron el siglo de existencia, representando hitos históricos en la industria.
Entre muchas empresas pioneras podemos enumerar a la Cervecería Boliviana Nacional, fundada en 1886; Freudenthal & Cia., la curtiembre que inició sus operaciones en 1907; la “Fábrica Alemana de Salchichas y Conservas Stege”, fundada en 1909; Industrias Venado, de la familia española Elorz Rudiez, fundada en 1912; la fábrica Figliozzi Hermanos fundada en 1916 por cinco hermanos genoveses; y el emprendimiento del joven italiano Dante Salvietti, que en 1918 fundó lo que ahora se conoce como Papaya Salvietti.
La industria en Bolivia es diversa y abarca una variedad de sectores, incluyendo la industria manufacturera, la industria minera, la producción de alimentos y bebidas, entre otros. La industria manufacturera en Bolivia se centra en la producción de textiles, productos metálicos, productos químicos, maquinaria y equipos, entre otros. La industria minera es también un sector importante, con la extracción y procesamiento de minerales como el estaño, el zinc, el plomo, el oro y la plata.
La industrialización en Bolivia ha sido un tema de interés y debate a lo largo de la historia del país. El objetivo de la industrialización es diversificar la economía, generar empleo, aumentar el valor agregado a las materias primas y fomentar el desarrollo tecnológico.
Bolivia ha enfrentado desafíos en su proceso de industrialización, incluyendo la dependencia de la exportación de recursos naturales, la falta de infraestructura adecuada, la competencia con productos importados y la escasez de acceso a financiamiento. Sin embargo, el país también ha realizado esfuerzos para promover la industrialización, como la implementación de políticas de apoyo a la manufactura, la promoción de inversiones en sectores estratégicos y la búsqueda de alianzas internacionales.
En los últimos años, Bolivia ha buscado impulsar la industrialización a través de la implementación de programas y políticas destinados a fomentar la producción nacional, mejorar la competitividad de las empresas locales y fortalecer el sector manufacturero.
La industrialización en Bolivia es un proceso en evolución, con desafíos y oportunidades que requieren un enfoque integral y sostenido para lograr un crecimiento económico equitativo y sostenible.
La Cámara Nacional de Industrias se consolida como un pilar fundamental del desarrollo económico nacional, impulsando la iniciativa privada, que se traduce en más empleo, más exportaciones y promueve el desarrollo integral del país.
Los empresarios esperamos que los contactos retomados con el Gobierno, para trabajar juntos en mejorar la economía nacional, sean constantes. Tanto el desarrollo regional como el nacional necesitan que el gobierno apruebe la nueva ley de inversiones y ofrezca a los inversionistas las garantías necesarias para su trabajo.
El autor es Economista, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.