domingo, septiembre 1, 2024
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Ser mujer boliviana y periodista

Jhonny Vargas

El primer obstáculo para una periodista es ser mujer. Ser mujer y periodista en Bolivia y Latinoamérica, es una lucha por la justicia y contra la opresión, uno de los grandes retos para la Democracia hoy. Es una profesión ingrata muchas veces, ellas son las que están sometidas a mayores riesgos y todavía tienen que defenderse de regímenes opresores, que censuran constantemente este trabajo noble y educador. Desarrollan su trabajo en un ambiente hostil y machista, cosificadas constantemente, porque en este entorno machista, solo la inteligencia no basta.

La seguridad de las mujeres periodistas en Bolivia, está en entredicho, pues muchas de ellas son objeto de acoso laboral y sexual y, sobre todo, sufren por inestabilidad laboral, que puede afectar muchas veces su salud psicosocial. La incorporación de las mujeres al mundo del periodismo muchas veces resulta algo traumático, porque para muchas ser periodista y mujer en Bolivia es ir contra la corriente de viejas estructuras mal olientes. Muchas de ellas con valentía se atreven a interpelar al poder político. La política y la justicia, no son temas exclusivos y reservados para los hombres. Esa mentira perversa nos está haciendo mucho daño.

En Bolivia vivimos la época del empoderamiento femenino restringido, porque en el ámbito de la opinión y los puestos directivos en los medios de comunicación visuales y digitales, el papel de la mujer periodista es aún limitado. Los ataques contra mujeres periodistas en Bolivia, en el régimen político actual, es cada vez más grande. La presión del poder político, contra el periodismo libre, todavía es una constante. Los peligros de ser mujer, periodista y además defensora de los derechos humanos en Bolivia, es una verdadera lucha, peor todavía para las que son activistas sociales, dado que no solo se enfrentan a la violencia de género, sino también a la generada por el Estado, a través de un gobierno que no mide las consecuencias de sus actos.

A las mujeres todo terreno, que desempeñan la labor de periodistas va todo mi respeto y admiración, porque cada día en nuestra Bolivia aumenta la violencia y la impunidad. Amenazan con silenciar las voces de las mujeres, pero ellas son un hueso duro de roer, no se dejarán intimidar por el poder de turno. Hay que romper los moldes establecidos, hay que romper las cadenas de la opresión, solo con libertad de expresión, y por más que sean el doble blanco de la violencia política en Bolivia, su labor es más que encomiable.

El derecho a informar y educar de las mujeres es libre, pero existe una intimidación sistemática del poder político, su objetivo es inculcar el miedo. Las mujeres periodistas en Bolivia quieren informar sin restricción y sin algún tipo de censura. Pero mujeres periodistas bolivianas, una lucha termina, solo para continuar con la siguiente. Yo veo ese esfuerzo en ustedes, como uno solo y ese esfuerzo es por tener una Bolivia más democrática y libre. Veo en ustedes ser víctimas, de uno de los crímenes más despiadados de la Dictadura vigente, que es la mordaza mediática.

Los malos políticos usan su poder para presionar a las periodistas a fin de que no tengan voz y no puedan tener ni las condiciones mínimas para poder hacer su trabajo de la manera más libre. No más, debemos acabar con esta injusticia, no debemos permitir que los malos políticos, utilicen su poder en rincones oscuros y roscas de poder, donde acallar y asfixiar económicamente a la prensa libre es su obsesión. El mal político abusa de su poder y de las leyes, para aterrorizar mediante iniciativas legislativas, que buscan coartar la libertad de expresión. La mujer periodista boliviana que no participa en esta lucha, está permitiendo y es cómplice de esta injusticia. El gobierno desde el 2005, gastó millones y millones de bolivianos, en propaganda y publicidad gubernamental, para que mediante este mecanismo pueda acallar las voces disidentes y contestatarias al régimen, pero carece de poder moral y valor moral, para hacer respetar los derechos de las periodistas en nuestro país.

Debemos hacer una cruzada moral, para recuperar la libertad de expresión de las mujeres periodistas en Bolivia, ante autoridades gubernamentales corruptas, que solo quieren conservar sus privilegios.

Los escuchamos decir que el trabajo del periodismo en Bolivia es seguro, que no demos un salto al vacío. Los escuchamos decir que nuestra lucha por más libertad de expresión es en vano. Los escuchamos decir que las periodistas en Bolivia, no merecen tener un país democrático y con libertad de expresión.

Pero cada día las mujeres periodistas bolivianas se levantan, como defensoras de los derechos humanos y la libertad de expresión. No solo han luchado por el derecho al periodismo libre, a tener información y condiciones para su trabajo, todos los días ellas crean nueva energía, que es más poderosa que la dictadura más fuerte. La energía de las periodistas bolivianas, ilumina la gran oscuridad. Pero sabemos la verdad y continuaremos con ella hacia la libertad.

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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