Cuatro minerales aumentarán su demanda en los próximos años por la transición energética, de acuerdo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad). Bolivia rezagada en el litio y va en busca de empresas que inviertan en los recursos evaporíticos.
Mientras los países desarrollados están preocupados por mantener su liderazgo a través de la explotación de sus recursos, mediante la implementación de tecnología y capital humano, las economías emergentes mantienen su liderazgo en la oferta de materia prima. Bolivia no es la excepción, pues encara políticas públicas de industrialización con un rezago significativo.
Ya el economista Gonzalo Chávez, criticó la decisión del Gobierno de crear industrias estatales, y más bien debía avanzar en la quinta revolución industrial, que tiene que ver con la tecnología y la preparación del capital humano.
Hace tiempo, el economista Bernardo Fernández, sostuvo que las economías desarrolladas van en busca de capital humano, mientras los emergentes no.
Ahora, la búsqueda mundial por un sistema energético más limpio ha disparado la demanda de minerales críticos para la transición energética, como el litio, el cobalto, el níquel y el cobre.
En el caso del litio, si bien la Unctad señala un aumento permanente de la demanda a nivel mundial, por el momento el precio bajó considerablemente, de alcanzar a 80.000 dólares la tonelada bajó en los últimos años a 16.000 dólares, en la actualidad.
La entidad internacional sostiene que esos minerales desempeñan un papel crucial en tecnologías de energías renovables, como las células solares fotovoltaicas, la energía eólica, el almacenamiento de energía en baterías y los vehículos eléctricos.
Por ejemplo, se prevé que la demanda de cobre en sistemas de energía limpia aumente del 23% de la demanda total en todas las aplicaciones a más del 42% en 2050, según cálculos de la Unctad, basados en datos de la Agencia Internacional de la Energía.
Sin embargo, si la producción de cobre continúa a su ritmo actual, no se podrá satisfacer la creciente demanda, creando una brecha que habrá que solventar para mantener el calentamiento global a no más de 1,5°C, en línea con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
A pesar de haber pasado 12 años, desde la implementación del programa de industrialización del litio y sumado a la inauguración de la planta Industrial de Carbonato de Litio, Bolivia no figura entre los principales productores, como lo son Australia, Chile, China y Argentina, sólo lidera en reservas mundiales con 21 millones de toneladas.
Ante el anuncio del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en declaraciones al medio económico Bloomberg, de colocar bonos verdes en la bolsa de Wall Street, en base al negocio del litio, el economista Antonio Saravia escribió en su cuenta de la red social X @tufisaravia que “el Gobierno ya no puede ocultar la urgencia que tiene por dólares. Es una irresponsabilidad contraer deuda atada a la producción de litio, cuando ni siquiera sabemos qué empresa lo hará ni cuánto lograremos producir”.
Tecnología
Ante el creciente mercado de la demanda de minerales estratégicos, la entidad internacional señala que el uso de tecnología puede ayudar a descubrir tesoros minerales ocultos, en toda la región.
Para satisfacer la creciente demanda, los países necesitan explorar nuevos recursos abundantes en minerales de alta ley y atraer inversiones al sector, además de otras medidas esenciales.
Pueden utilizar la tecnología y datos para identificar recursos, que geólogos tradicionales podrían pasar por alto y ayudar a los mineros a determinar los lugares óptimos de perforación, sostiene.
Por ejemplo, en Zambia, una empresa privada ha utilizado inteligencia artificial para generar mapas geológicos de la corteza terrestre, lo que ha resultado en el descubrimiento de un gran depósito de cobre de alta ley.
Para ello, la empresa aplicó algoritmos para analizar múltiples fuentes de datos, desde datos de perforación históricos hasta imágenes de satélite, mejorando la identificación de posibles nuevos yacimientos.
«Los países necesitan mejores datos para beneficiarse más de estos minerales, al mismo tiempo que protegen el planeta», afirmó la jefa de la división de comercio internacional de la Unctad, Miho Shirotori.
Muchos países en desarrollo carecen de datos fiables para atraer inversiones hacia sus minerales no descubiertos.
Inseguridad y
Burocracia
La semana pasada, la empresa minera NPM brindó una conferencia de prensa sobre los trabajos que realizan en la región de Potosí con Silver Sand, que proyecta una inversión de más de 300 millones de dólares, pero espera el visto bueno de las autoridades del sector.
También señaló que la burocracia y la inseguridad jurídica frenan nuevos emprendimientos en el sector, pues los trámites, así como los avasallamientos restan confianza en Bolivia, y alejan las inversiones.
Propuesta
Una solución clave, propuesta por primera vez por la Unctad en 2009 y que está cobrando renovada urgencia en medio de la transición energética mundial, es la creación de una red internacional para digitalizar y compartir datos, con el fin de facilitar el descubrimiento de nuevos recursos naturales.
La iniciativa de la Unctad, conocida como Intercambio de Información sobre Recursos Naturales (NRIE), tenía como objetivo crear un repositorio de información digital, centrado en datos históricos geocientíficos.
La iniciativa anteriormente se estancó debido a deficiencias técnicas en algunos de los posibles países beneficiarios y a la complejidad de los marcos legales y normativas relacionadas con la propiedad de los datos, los derechos de acceso y la confidencialidad.
Ahora, la Unctad está renovando la iniciativa con énfasis en el fortalecimiento de la capacidad de los países para gestionar su riqueza de datos.
La nueva iniciativa podría ayudar a los países ricos en minerales, en África y en otras partes del mundo, a crear sus propios bancos de datos de recursos naturales para capturar el valor no explotado de la información geocientífica, para optimizar el desarrollo y la gestión de recursos naturales.
La iniciativa permitiría a los países en desarrollo aprovechar el poder de la tecnología para recopilar y analizar grandes cantidades de datos, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre sus reservas minerales de forma responsable e inclusiva.
Según la Unctad, también es esencial garantizar que la creciente demanda de minerales críticos para la transición energética no profundice aún más la dependencia de los países de los productos básicos para sus ingresos de exportaciones.
Esta dependencia deja a los países vulnerables a las fluctuaciones de precios del mercado y a las crisis económicas mundiales. También está vinculada a un menor desarrollo socioeconómico.
