La Comisión Europea reiteró ayer su compromiso de apoyar iniciativas para recuperar a niños ucranianos deportados forzosamente por Rusia en el marco de la invasión lanzada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2022, asegurando que los esfuerzos de reconstrucción deben ir de la mano del retorno de los menores desplazados forzosamente.
En un debate a vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Democracia y Demografía, Dubravka Suica, enumeró las iniciativas que cuentan con el apoyo de la Unión Europea, en particular a través de Eurojust, aunque admitió que hay que abordar este fenómeno de manera «más seria».
«El tiempo apremia y necesitamos hacer todo para asegurar que los niños retornan a sus familias y comunidades. Es de vital importancia en términos de prioridades políticas y través de las iniciativas que apoyamos», explicó la comisaria croata.
Insistio en que hay que ayudar a miles de menores ucranianos a superar el trauma de la guerra y el desplazamiento forzado y devolverles la infancia y la sensación de normalidad. «Ucrania no puede ser reconstruida sin sus niños. Hay que garantizar que los esfuerzos de reconstrucción ponen en el centro los derechos y necesidades de los menores», añadió.
En este punto, Suica recalcó que Rusia debe rendir cuentas por los «actos terribles» cometidos contra menores en Ucrania y recordó que el bloque europeo ya aplica sanciones a 39 personas implicadas en el secuestro de niños ucranianos.
A finales de 2023 la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania de Naciones Unidas documentó el traslado de decenas de niños de Ucrania y concluyó que se trataba de deportaciones ilegales y un crimen de guerra.
Si bien, el propio informe de la comisión reconoce que es difícil establecer un balance por la falta de información de Rusia y porque Ucrania, que fija en al menos 20.000 los menores desplazados a Rusia también incluyen aquellos que han cruzado al país con sus padres.
En todo caso la misión detectó que los traslados afectan a niños que habían quedado huérfanos o que habían perdido el contacto con sus padres durante la guerra, a niños que habían sido separados de sus progenitores tras la detención de uno de ellos en el marco de la invasión y a niños internados en instituciones. (Europa Press)