martes, julio 23, 2024
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Se trata de Bolivia

Severo Cruz Selaez

Acá no se trata de izquierdas ni derechas, sino de salvar Bolivia, golpeada por la crisis económica. Se trata, en consecuencia, de conciliar ideas, planes y proyectos, a fin de superar esta coyuntura de zozobra e incertidumbre. En una perspectiva de generar empleo, educación y servicios médicos, a favor de la población, en particular de los sectores menos favorecidos. Ellos que no han superado los límites de las necesidades, pese que, en el pasado mediato, hubo bonanza económica por el boom gasífero. Los hospitales u otros centros de salud, dependientes del Estado, no fueron atendidos, debidamente, por el populismo, que detentó el gobierno desde el año 2006. Ahora, para el colmo de males, tendrán que lidiar con la elevación de las tarifas del transporte público. Al extremo que muchos ya no pueden llenar la canasta familiar. Los salarios han perdido su poder adquisitivo. Parece que estuviéramos ingresando a un proceso de hambruna similar a lo que pasaba en los inicios de la década del 80.
El populismo solo ha favorecido a sus acólitos. Y para muestra basta un botón, pues ha construido un costoso museo, en deterioro actualmente, por la figura de un político y sindicalista cocalero, en una región despoblada del altiplano orureño. Pero con el dinero empleado en dicha obra, se hubiera mejorado las edificaciones del sistema educativo y hospitalario. Fue un derroche de dinero.
El populismo con discursos fraudulentos ha generado falsas expectativas, con el fin de perpetuarse en el Poder. Ha tendido cortinas distraccionistas, al sostener que nuestra economía estaba blindada (1). Que había un mar de gas, en el territorio boliviano (2). Que íbamos a recuperar el mar cautivo. Falacias que fueron dosificadas, por el populismo irresponsable, con miras electorales. Y pensar que ahora estamos en las mismas o peores condiciones, que antes que tomara el Poder, hace más de 17 años, aquella corriente política.
Cierta gente creía en ese discurso y tenía la esperanza de alcanzar mejores días. Creía que el “redentor”, había llegado. Creía que su gobierno iba ser reducto de la honestidad. Creía que iba a erradicar la pobreza. Creía que los gobernantes asumirían la austeridad, por el bien común. Pero sufrió una tremenda frustración. Sus esperanzas fueron extinguidas, por la mentira imperdonable. Por el oportunismo y la angurria por el Poder. Por el afán de seguir medrando, a costa del erario nacional. Hecho que hizo perder credibilidad, a todos quienes usaron ese discurso ladino. Nadie ahora cree en esa arenga del odio, racismo, regionalismo y confrontación. El tiempo lo ha desgastado todo, de veras. Esas frustraciones ahora profundizan la desesperanza y la desesperación. Y ya nadie presta oídos a los violentos.
En suma: he ahí la actitud falaz del populismo, que detenta el Poder.

NOTAS
(1) “Proyectan que crisis económica golpeará con más fuerza al país”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 22 de septiembre de 2009.
(2) “Firma de octava adenda evita multas entre Bolivia y Brasil”. EL DIARIO, 10 de agosto del 2020.

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