miércoles, julio 24, 2024
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El ensayo argumentativo como estrategia didáctica

Lupo Tancara Rojas

Todo problema educativo y pedagógico nace a raíz de su develamiento a través de la observación o la experiencia o vivencia pedagógica particular. No es raro que los estudiantes y algunos profesionales, unos más y otros menos, tengan dificultades en el desarrollo de la competencia comunicativa. Lo cierto es que el problema es real y evidente. Sin embargo, si bien existe esta dificultad y es obvia, no es raro descubrir también que existen problemas relacionados con el desarrollo de la actitud crítica en el plano ético de la formación y que éste no está lejos de ser una cuestión nuclear en la educación. Muchos de los y las estudiantes no tienen una idea lógica y coherente de qué es pensar y actuar críticamente en las circunstancias de su formación en general y su relación con los otros y lo social. Entonces, a raíz de ese problema, con el que nos encontramos en la vivencia pedagógica durante la práctica docente, se concibe desarrollar la actitud crítica en los estudiantes del nivel secundario.
De ahí que se pretende desarrollar una idea que se generó para fortalecer en los y las estudiantes el pensamiento y la actitud crítica, tan importantes en la formación para la vida, que constituye, de cierta manera, la educación sistemática. Asimismo, la argumentación como práctica discursiva es un recurso valioso para inducir a procesos de problematización de lectura, misma que implica la producción de ensayos argumentativos que, a su vez, impliquen el desarrollo de la actitud crítica. Desde luego, el ensayo argumentativo es un contenido que no ha sido lo suficientemente utilizado en la educación secundaria, de modo que su actualización es un buen comienzo para la formación basada en una pedagogía crítica.
Pero, ¿por qué la formación o desarrollo de la actitud crítica? La actitud crítica y el espíritu crítico no pasaron de ser más que postulados de las reformas educativas. La educación no fue capaz de responder operativamente ni de promover, desde la concepción constructivista, el carácter altamente crítico, que debe tener la formación de estudiantes del nivel secundario. Ello dio lugar a la necesidad de plantear una investigación que ataque directamente el problema. La actitud crítica no es una idea que nace porque a uno se le ocurre y ya. Sino que, hoy más que nunca, es necesario formar estudiantes que tengan un alto sentido de lo que se denomina, con rigor, crítica.
En suma, la importancia de desarrollar la actitud crítica es que trasciende el aula. La secundaria precisa formar estudiantes que más adelante sean capaces de desenvolverse de manera crítica y autónoma y que para ellos su aprendizaje tenga sentido para la vida social y académica. Es importante que a los educandos de este siglo se les permita seguir soñando, asumiendo actitudes críticas con ellos mismos, con su formación y, sobre todo, con su sociedad.

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