Ante la difícil situación económica actual en el país, desde diversas entidades surgen planteamientos para impulsar actividades que implican considerable movimiento económico. Entre éstas se encuentra el turismo que, según recientes datos, ha generado en la gestión anterior más de 800 millones de dólares. Sin embargo, sin tomar en cuenta la necesidad de apoyar a la llamada “industria sin chimeneas”, son aplicadas medidas oficialistas que son cuestionadas por tan importante sector económico.
Nos referimos a una reciente disposición gubernamental para elevar el Impuesto por el Derecho de Uso de Aeropuerto (DUA), de 15 a 40 dólares. Tal elevación de tarifa, de acuerdo con representantes del turismo nacional, reducirá la cantidad de visitas al país y ocasionará incrementos de precios en hoteles, agencias de viajes y aerolíneas, entre otros. Asimismo, piden considerar que los turistas llegan aquí después de pasar por países vecinos, y que deben competir arduamente con sus homólogos para atraerlos.
Por ello, luego de un conversatorio, representantes de entidades como SDSN-Bolivia; Abatur, el Instituto de Investigación, Consultoría y Servicios de la Carrera de Turismo (Iicstur) UMSA; Cámara Hotelera de La Paz; Líneas aéreas de Bolivia; Transporte Turístico y otras, presentaron un documento titulado “El turismo como generador de divisas y motor de desarrollo sostenible”, el cual contiene “cuatro políticas de fomento a la industria sin chimeneas”, con las que se piensa recaudar más de tres mil millones de dólares a partir del 2030.
A grandes rasgos, la primera implica una política de cielos abiertos o apertura paulatina a operaciones de aerolíneas extranjeras, además de reducir obstáculos burocráticos, como sistema impositivo y reglamentación confusa, que impiden otros emprendimientos aeronáuticos en el país. La segunda es que se facilite los trámites para las visas para extranjeros y ampliar la llegada de turistas a Bolivia, así como la eliminación de trabas administrativas que dificultan, encarecen y limitan la entrada de turistas al país. La tercera plantea promocionar los atractivos del país en el exterior, mediante ferias, redes sociales y nuestros consulados que deberían difundir información turística nacional. La cuarta se refiere a la necesidad de seguridad jurídica, con leyes claras para atraer inversión privada, especialmente para zonas rurales, así como sancionar bloqueos de caminos y avasallamientos a propiedad privada, que ahuyentan turistas. Es que nuestro país queda fuera del circuito turístico cuando surgen conflictos sociales y políticos.
Por lo mencionado, merecen la mayor atención del gobierno de turno las propuestas del sector del turismo, porque son una fuente importante de ingresos económicos, tan necesarios en esta época de vacas flacas, luego del derroche de dinero proveniente de la venta de gas desde el 2006. Además, estas propuestas y otras, que con frecuencia son conocidas mediante medios de comunicación, hacen ver que desde la sociedad surgen iniciativas para resolver problemas nacionales.
Propuestas para apoyar al turismo nacional
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