Al menos 27 personas murieron en las últimas horas tras las fuertes lluvias torrenciales que estuvieron cayendo hace días atrás en la región sureste de Brasil, en especial sobre los estados de Espíritu Santo y Río de Janeiro.
De acuerdo con el último balance ofrecido por las autoridades, en Espíritu Santo fallecieron 19 personas, mientras que fueron ocho las víctimas mortales en Río de Janeiro. A su vez, cerca de 7.300 personas se vieron obligadas a dejar sus hogares debido a los estragos ocasionados por las precipitaciones.
Hay al menos también seis personas desaparecidas en Espíritu Santo y más de 400 perdieron sus hogares. La localidad de Mimoso del Sur fue una de las más afectadas y las autoridades locales no descartan que el número de muertos crezca a medida que los servicios de rescate logran acceder a zonas antes inaccesibles.
En Apiacá, donde fallecieron dos personas, más de 4.300 personas de una población de 7.000, tuvieron que abandonar sus hogares debido a las lluvias.
«Todavía tendremos trabajo de búsqueda porque hay personas desaparecidas, estamos peinando algunas regiones. Nos estamos centrando en restablecer la energía, el agua y la ayuda humanitaria», dijo el coordinador adjunto de Defensa Civil de Espíritu Santo, el teniente coronel Benicio Ferrari, informa el portal G1.
En Río de Janeiro, se encontraron los cuerpos sin vida de los cuatro miembros de una familia, que se vieron sepultados por el derrumbe de su casa situada en el barrio de Independencia, en el municipio de Petrópolis.
A ellos se les suman otros cuatro muertos más, dos de ellos menores de edad, como consecuencia de los deslizamientos de tierra que fueron registrando desde el pasado viernes en otras localidades flumineses como Teresópolis. (Europa Press)