Un estudio sobre la violencia hacia las mujeres, adolescentes, niños y niñas, que fue presentado en La Paz, reveló un alto nivel de desconfianza en el Sistema Público de Justicia Penal (SPJP), bajo nivel de respuesta a las denuncias y un alto porcentaje de impunidad.
El estudio, que se titula “En mis zapatos”, fue aplicado en los municipios de La Paz, El Alto, Sucre y Cochabamba y fue elaborado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y la Misión Internacional de Justicia (IJM), que tiene presencia en 23 países.
Según los datos, el 58,9% de los casos de violencia hacia la mujer (casi 60%) fue rechazado por el sistema, el 30% no obtuvo ningún tipo de respuesta, mientras que solo el 2,49% de los casos obtuvo sentencias ejecutoriadas.
Para obtener esta información se revisaron 321 expedientes entre 2018 y 2021. “Con este fin se recopiló información relativa al avance, prontitud y calidad de atención de los casos; desde la denuncia hasta la obtención de sentencias ejecutoriadas”, reseña el informe.
“En relación con el avance de los procesos, pese a la extensa normativa existente, los resultados muestran rezago de los casos que ingresan al sistema y que terminan con la emisión de una sentencia final”, indica el informe.
Agrega que, “independientemente del número de denuncias que se realizan por año, el número de casos con sentencia ejecutoriada es de uno o dos”, por lo que “es posible concluir que alcanzar una sentencia en Bolivia es muy difícil”.
Otra constatación es que, en todas las etapas del proceso penal, se superan los plazos establecidos por ley, aunque los tiempos promedio en las etapas iniciales del proceso son mayores.
Frente a esa realidad, el estudio concluye que “la confianza en la efectividad general del sistema público de justicia penal es baja, con solo un 21,7% de confianza de los encuestados en El Alto, La Paz y Sucre”, pero hay que tomar en cuenta que en la encuesta están contemplados también los propios funcionarios de las instituciones, lo que significa que ni ellos confían en el trabajo de las mismas.
En el desglose se puede ver que el 33,3% de los funcionarios de las instituciones del sistema judicial confían en la efectividad del sistema, mientras que sólo un 10% de los no funcionarios, es decir los ciudadanos comunes, confía en el sistema. Esto quiere decir que el 90% de la gente desconfía del sistema.
Según el reporte, sólo el 3,3% de ciudadanos no funcionarios dijo confiar en la Policía, el 17,9% dijo confiar en la Fiscalía y el 17,9% dijo confiar en el Órgano Judicial.
“Aunque es expectable que existan estas diferencias entre ambas clases de participantes (funcionarios y no funcionarios), dado que los funcionarios normalmente tendrán una mejor percepción de su trabajo al conocer las dificultades y desafíos que afrontan en el día a día, resulta llamativo cómo ellos mismos, pese a percibirse comparativamente mejor, resultan teniendo altos porcentajes de falta de confianza”, indica el informe.
Otro dato que muestra la desconfianza en el sistema es el bajo nivel de denuncias de las mujeres que sufrieron violencia.
Según el estudio, de 740 mujeres que sufrieron violencia a lo largo de su vida, solo el 16,89% la denunció. Mientras que, de 640 casos de adolescentes víctimas, sólo el 4,53% denunció la agresión.
PREVALENCIA DE LA VIOLENCIA
El estudio revela que el 40% de las adolescentes comprendidas entre los 13 y los 17 años ha sufrido alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de su vida. Esta cifra, según el estudio, “es considerablemente más alta” que la prevalencia global que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), está en el 10% aproximadamente.
El estudio también indica que la violencia sexual afectó al 11,43% de las adolescentes a lo largo de su vida.
El informe agrega que el 44,4% de los casos de violencia sexual tiene como agresor a un miembro de la familia o amigo cercano.
“Se identificó que, en casi la mitad de los casos de violencia sexual, el perpetrador es un miembro de la familia o amigo cercano a esta (44,4%). En segundo lugar, está la expareja (37% de los casos)”, indica el documento.
La prevalencia de violencia es mayor para las mujeres adultas. Según el estudio, 53% dijo haber sido víctima de violencia física o sexual a lo largo de su vida. (Brújula Digital)