En uno de nuestros imaginarios viajes a países ficticios, llegamos a Politiqueríalandia, un bello lugar en cuya capital observamos un inusitado movimiento de ciudadanos, unos dedicados a la política (arte de gobernar un país, según algunos diccionarios); y otros, obstinados y fanatizados por la politiquería.
El motivo de esa movilización era por la proximidad de una fecha programada para la realización de un proceso electoral y la nominación de gobernantes.
PARTIDOS POLÍTICOS
Una rápida investigación periodística nos permitió conocer los nombres de las futuras agrupaciones participantes. Esta es la nómina:
– ING-U (Ingenuos Unidos). Un partido con muchísimos militantes. Son los simpatizantes del llamado “Pueblo”.
– PIL (Partido de Ilusos). Grupo de eternos engañados. Son los que no se dan cuenta de que permanentemente y en cada elección, son utilizados por los más “vivos” de la política.
Muchos de estos militantes son los que se identifican públicamente con su partido. Encabezan movilizaciones callejeras mostrando pancartas, banderas con los colores de su agrupación, grandes retratos de sus líderes. Y cuando hay enfrentamientos con enemigos, son apresados y hasta heridos con graves lesiones.
Haciendo honor a la nominación de “ilusos”, creen en la ideología de sus jefes y son tantas las veces que han sufrido decepciones cuando éstos pactan vergonzosamente con los enemigos y agresores de ayer.
Militantes leales e ilusos como son, no se enriquecen cuando sus partidos llegan al poder. Los que se enriquecen son los NO ilusos. Esta clase de militantes son admirados por sus amigos y correligionarios, pero que burlona e interiormente los consideran como tontos por “no haberse hecho ricos”.
– PIL no tiene ninguna relación con una fábrica de productos lácteos.
– IGS (Ignorantes Sabihondos). Grupo numeroso con militantes que se consideran sabelotodos. En las sedes de sus partidos pululan grandes (pero fingidos) economistas, leguleyos, internacionalistas, salvadores de la patria y sobre todo analistas políticos.
– SINTRI (Sinvergüenzas Triunfadores). No es necesario exponer su “doctrina”. Abundan en la política como piedras en los ríos y arena en las orillas de los mares. Sus militantes se mimetizan hábilmente como camaleones en todas las agrupaciones y “trabajan” silenciosamente entre bambalinas y ubicados en buenas “pegas”. No se hacen notar públicamente. Y “haciendo sus pesitos” en cada gobierno, llegan a conformar el grupo elitista de “nuevos ricos”.
– Transpas (Tránsfugas Pasa pasas). Sus militantes tienen apariencia de ser políticos leales a su partido, pero en el momento de buscar buenos acomodos en cargos públicos (ministerios, subsecretarías, direcciones nacionales, etc., se “dan la vuelta” y se pasan al partido que anteriormente combatían con furor.
Estos “caballeros” (y también “caballeras”), aparecen periódica y públicamente en el Poder Legislativo en momentos de votación para elegir directivas o para aprobar leyes de contenido polémico. Su actitud veleidosa (y chinchosa), causa enojo en los electores que confiaron en ellos; pero, entonces ya es tarde, sus elegidos “cambiaron de camiseta”.
– TNT (Tantos no tontos). Estos ciudadanos no conforman partidos políticos. Pertenecen a las mayorías silenciosas que cuando se cansan de la politiquería imperante, revientan como la dinamita (por algo son de las TNT).
Analice el lector estas “ideologías” y sonría de oreja a oreja. Y si puede, anímese para realizar un viaje a Politiqueríalandia.
No hay de qué.
El autor es dibujante, escritor y periodista.