Sin duda la pandemia de covid-19 dejó experiencias malas en la población, pero también algunas dignas de ser rescatadas. Es el caso de la Fundación “Manitos Sucias” que fue impulsada por un grupo de amigos para ayudar a personas que debido a la enfermedad pasaban por diferentes necesidades. Con el tiempo, se consolidó y ahora apoyan a familias que por alguna razón están en situación de calle.
Juan de Dios, de 58 años, es pintor de oficio y hace seis años falleció su única hija (30) quien dejó en la orfandad al pequeño Felipe, de dos años y ahora de ocho. Al ser su único familiar, Juan de Dios se hizo cargo del pequeño, hecho que no fue tan difícil porque el abuelo tenía un buen trabajo. Sin embargo, hace meses, mientras pintaba, sufrió una caída la cual le dificultó la vida y la de su nieto. Desde entonces, viven en la calle, duermen en lugares temporales cargados de un maletín de documentos, la educación para su nieto se le dificulta, pero Juan continúa luchando.
Su caso fue conocido por los voluntarios de la fundación Manitos Sucias, quienes lo apoyaron y trabajan para lograr que esta familia vuelva a tener un techo.
“Este tipo de historias son las que conocemos cada día, personas o familias que por alguna razón fueron desalojadas, no tienen para pagar un alquiler y por eso viven en las calles (…), por eso nuestro objetivo es apoyarlas con alimento, víveres y ropa, pero además ayudarlos a contar con un hogar (…). Ver que surjan nuevamente es una de nuestras mayores satisfacciones”, indicó el presidente de la Fundación Manitos Sucias, Henry Vargas Alcón, un samaritano de 29 años.
HISTORIA
La organización nació en plena pandemia por covid-19, cuando a raíz de la necesidad que varias familias tenían, porque sufrían al no tener lo suficiente para sopesar su situación, un grupo de jóvenes universitarios de la Carrera de Derecho de la Universidad Los Andes se puso manos a la obra para ayudar, en principio, a uno de sus compañeros.
“En principio éramos varios voluntarios que hemos hecho una labor ardua durante la pandemia. Hemos creado varios proyectos, incluso, hemos hecho una recolección de celulares en mal estado que ha sido una de las campañas que más ha repercutido; recolectábamos dispositivos que estaban quemados o tenían algún desperfecto que se podía solucionar y (una vez arreglados) brindarles a esos niños que no tenían las posibilidades de pasar sus clases virtuales”, recordó Vargas.
En la actualidad, a casi cuatro años de ese inicio, cuentan con unas 15 personas voluntarias quienes se sacan su tiempo para ayudar a recolectar los donativos de la población pero además, preparar los alimentos que forman parte de otro proyecto que llevan adelante: Olla Solidaria.
“Nos mantenemos por la ayuda de personas particulares son personas que a través de nuestra página nos hacen llegar víveres o ropa, además tenemos un colegio que nos ayuda mes a mes con el tema de las ollas solidarias, una persona particular que nos hace llegar víveres y una empresa que nos hace llegar frazadas y lo que necesitaríamos para cubrir las ollas solidarias”, explicó el representante, que por cierto es uno de los cuatro que quedó de aquel primer grupo.
OLLA SOLIDARIA
Es un proyecto que consiste en preparar alimentos todos los días, con productos que son donados por los benefactores y los preparados son entregados a personas en situación de calle. Cada día desde las 16:00 horas inicia la preparación de entre 100 y 150 platos de comida o de un delicioso té, por parte de los voluntarios.
“Los voluntarios nos turnamos, estamos organizados para realizar día por medio un grupo y al día siguiente otro grupo, entonces a las cuatro de la tarde comienza la preparación, no solamente de comida, también les damos chocolate, leche caliente con su pancito. Hasta las seis y media termina la preparación para que los carros solidarios los distribuyan”, apuntó Vargas.
En efecto, los vehículos solidarios son los encargados de llevar el alimento hasta los puntos de distribución. Uno de los principales sitios donde reparten el alimento es el de la avenida Perú, donde atienden a bastantes personas de la tercera edad y niños.
ANHELO
“Nuestro siguiente proyecto más grande que tenemos pensado es abrir un albergue para que la personas de la ciudad de La Paz, en situación de calle, que duermen en las calles, porque cuando una mamá o una familia con hijos que no tiene para pagar el alquiler, los desalojan y no tiene dinero se van a vivir a la calle, están durmiendo ahí con náilones y cartones, entonces vamos a albergar a esas personas que duermen en las calles, por todo el año redondo”, apuntó el voluntario.
CAMPAÑA
Esta fundación, con el propósito de colaborar a niños trabajadores en situación de calle, inició una campaña para recolectar material escolar, juguetes, ropa, víveres y ayuda económica para adquirir sorpresas para estos menores de edad.
“Ahora queremos ayudar a estos niños los cuales se olvidan que son niños por el hecho que tienen que trabajar, queremos dar un momento de alegría en el Día del Niño”, apuntó el presidente de Manitos Sucias.
Las personas interesadas en colaborar con esta iniciativa, pueden contactarse con el número de celular 69813478 y “tenemos vehículos solidarios habilitados que están yendo a recoger las donaciones. Si una persona se contacta solo nos envía la dirección y la hora y el vehículo estará con nuestros voluntarios para recoger el donativo”.
Manitos Sucias está abierta todo el año a todas las personas que quieran unirse y ser voluntario o apoyar en la preparación de alimentos, no importa la edad, lo necesario es “que tengan el sentimiento de colaborar a personas en situación de calle”.
