El Gobierno nacional retomará desde esta jornada las mesas de trabajo con la Central Obrera Boliviana (COB) con la finalidad de analizar el pedido de incremento salarial y otras demandas, informó la ministra de Trabajo, Verónica Navia. Entretanto, los industriales lo ven como inviable y plantean congelar el salario.
A inicios de marzo, el Gobierno nacional y la Central Obrera Boliviana instalaron mesas técnicas de trabajo para tratar proyectos normativos de defensa de los trabajadores del país en el marco del pliego petitorio presentado.
Navia adelantó que la Comisión Norma ya está casi en el cierre del trabajo y explicó que se trata de cubrir todas las demandas de los trabajadores, entre ellas, está la estabilidad laboral. «Estamos trabajando transversalmente», enfatizó.
Por otro lado, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) recientemente presentó diez argumentos técnicos, donde rechaza la propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) respecto a un incremento del 8% en el salario mínimo nacional y del 7% al haber básico para la gestión 2024 y calificó esta posibilidad de absolutamente inviable, puesto que gatillará la inflación, promoverá el contrabando y la recesión económica.
El ejecutivo del sector Pablo Camacho manifestó que el incremento salarial impulsará la recesión económica y promoverá el contrabando, la pérdida de la inversión privada y la reducción de empleos. El incremento salarial es el «subsidio al contrabando», puesto que encarece el precio de los productos nacionales que deben competir en forma desigual con el contrabando.
Enfatizó que la propuesta de la COB presentada al presidente Luis Arce Catacora no es viable y constituirá en un serio atentado económico a la sostenibilidad y continuidad de las empresas.