miércoles, julio 24, 2024
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Los partidos políticos en incontenible división

Es ostensible que los partidos políticos que medran en el país se encuentran sufriendo profundos problemas internos y, por tanto, divisiones que son irreversibles. Una de esas manifestaciones del mal estado de salud de esas tiendas partidarias es la ostensible división que se presenta en sus filas, por lo que las exenciones y conflictos ideológicos se han convertido en el pan nuestro de cada día, con la proyección de que, si esos hechos no son solucionados, pueden conducir a la muerte a tales organizaciones.
En primer lugar, esa epidemia ha afectado al tolderío de Evo Morales, el mismo que no solo se está dividiendo, sino que se está desintegrando y al parecer tiene los días contados. Su división no es solamente a nivel de sus dos principales dirigentes, deseosos de gozar de las delicias del poder. El primero de ellos, Evo Morales, quiere retornar a manejar las riendas del país, mientras que el segundo, Luis Arce, busca atornillarse en la silla presidencial por cinco años más. Pero, en todo caso, la fragmentación del MAS es indetenible, debido a las profundas diferencias de clase que existen en su seno y las cuales no han podido ser solucionadas por la jefatura de la fórmula populista que representan.
También anda contaminado por el divisionismo pandémico Comunidad Ciudadana, partido conducido por Carlos Mesa, el mismo que empezó un proceso que lo sectoriza en forma inevitable y que podría terminar con su desintegración, teniendo en cuenta que esa fragmentación no se debe al deseo de los divisionistas, si no a causas de origen nacional. Un tercer grupo partidario, Creemos, también está pasando una temporada crítica por el alejamiento de importantes militantes de sus filas.
El virus de la división, sin embargo, no es activado por la actitud de los disidentes, sino que las causas de ese mal epidémico, están mucho más lejos de lo que se piensa y las cuales no son conocidas ni buscadas por sus equipos de asesores.
En fin, esta crisis partidaria agrava la situación general del Estado Plurinacional, sin que se pueda hacer un diagnóstico exacto de lo que ocurre. A ese panorama de tinieblas se agrega que todavía no existe quién llene ese vacío partidario y dé esperanzas de instauración de un próximo gobierno que realmente saque al país de la difícil situación en la que se encuentra actualmente.

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