Causa profunda preocupación lo que ha estado sucediendo en Santa Cruz, el departamento más afectado, con respecto a la presencia de la influenza, con elevación y disminución de casos. Hasta se habló de que en el país el pico de casos sería entre junio y julio. La ciudad alteña también reportó casos. Autoridades en salud, atribuían este brote a una baja de defensas de la población y un contagio masivo en el departamento cruceño. Y dijeron que la gente debería aprender a convivir con la influenza y el covid-19, dos enfermedades virales que van a estar siempre presentes.
Con todo respeto, es fácil decir esto, pero todavía no hay vacunas y ya estamos en otoño. No hay medicamentos importantes para el tratamiento de casos complicados, como los antivirales y cuando haynumerosos resfríos y contagios, lo que abunda es la imprudencia, ignorancia y falta de consideración de las personas, que estando enfermas no usan barbijo, tosen, estornudan en sus manos, escupen por doquier, propiciando brotes y pandemias.
Y no olvidemos a quienes dicen “¿por qué yo nomás?”. Y todavía hay quienes, sabiendo que están mal, salen a contagiar deliberadamente. Y en los mercados, las caseras pueden estar resfriadas solamente o portar estos males y ¿quién controla?, por supuesto que nadie. En un conocido mercado, por ejemplo, la señora dormía sobre papas y otros alimentos y al pedirle que venda, no podía hablar por el resfrío y los clientes es seguro que contagiaron en sus domicilios.
No todo es política, los medios de comunicación nos inundan y aburren con información sobre esa actividad. Vemos a los políticos dando patadas, puñetes, dando sillazos, un repertorio de agresiones. Qué nos importa lo que hagan los oficialistas, los masistas, y la débil y tonta oposición que no se termina de definir. Qué nos importa la política cuando se está cayendo el mundo por el cambio climático. El planeta está en ebullición por el calentamiento global. A lo mejor los amigos de los pangolines, con sofisticadas técnicas estarán fabricando otro virus parecido al covid-19 y dormimos el sueño de los justos.
Hay temas más importantes, como la salud, educar a la gente por medios, redes sociales, cuidar a la población, urgen espacios de orientación, de prevención. Salimos de algo terrible como la pandemia, somos sobrevivientes. El país, la economía, las empresas, las familias, las personas, las más pobres especialmente, están debilitadas. Y las infames movilizaciones, marchas y bloqueos causan estrés que daña la salud de los paceños, principalmente.
Las vacunas contra la influenza deberían estar disponibles ya en marzo, porque hay gente con problemas de base que las necesita con urgencia, pero hay que esperar. Las importadoras, cadenas de farmacias, deberían traerlas, se las necesita ya, es mucho esperar hasta mayo. Fue un error muy grande eliminar el empleo del barbijo y no concientizar a la población para que lo utilice cuando está mal. No podemos jugar con la salud y la vida de los bolivianos, pensemos en quienes tienen problemas de base, en los niños y ancianos, pensemos en los más pobres, de los que tanto se habla y solo para el discurso. Orientación, prevención, difusión necesitamos a gritos educación sobre temas vitales, como la salud. Y es que, al fin y al cabo… es la salud de todos.
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