lunes, noviembre 4, 2024
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El asilo político y Bolivia

José E. Pradel B.

La larga tradición de Derecho de Asilo fue afectada por la irrupción de policías ecuatorianos en la embajada de México en Quito. El Derecho de Asilo, tiene un origen muy remoto, proviene de los tiempos en que las conflagraciones internacionales, políticas y religiosas obligaban a los perseguidos, sus familias y los desvalidos, a refugiarse en los templos o recintos sagrados.
Cuando las relaciones internacionales fueron tomando forma y se consagro la extraterritorialidad como una ficción equivalente al derecho, fueron los recintos de las legaciones extranjeras el refugio y acudían a ellas, en momentos en que la violencia política podía llegar a poner en riesgo la vida de las personas que exponían sus postulados políticos contrarios a los gobernantes.
En el caso de nuestro país, el mariscal Santa Cruz después de la batalla de Yungay se refugió en la casa del vicecónsul británico Crompton y la inviolabilidad estaba reconocido por el precepto sancti habentur legati y su violación era considerado como casus belli (motivo de guerra).
En el caso de América Latina, apareció una serie de convenciones regionales que trataron el tema de manera específica, bastaría con citar el Tratado de Derecho Penal Internacional de 1889, suscrito en el Congreso Sudamericano de Montevideo; la Convención de Funcionarios Diplomáticos y el Convenio de Asilo, ambos acordados en la Sexta Conferencia Internacional Americana celebrada en La Habana (Cuba) en 1928.
Por otro lado, durante la Guerra Civil Española los diplomáticos bolivianos brindaron asilo a más de 300 personas (de julio a diciembre de 1936) y de manera práctica, otorgaron brazaletes sellados con el escudo de Armas de Bolivia, dicha acción permitió que muchos españoles partieran hacia Francia y otros lugares.
En los años posteriores, Bolivia brindó asilo político en sus legaciones o embajadas a diversos políticos, diplomáticos, militares y periodistas, entre otros. Entre los principales asilados destacaron en la prensa: Walter E. Pino, redactor del principal periódico del Uruguay (1955); el diplomático peruano Alberto Salomón, suscriptor del Tratado Salomón-Lozano y el político colombiano Luis Morales Gómez (1955).
Con la suscripción y ratificación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, la inviolabilidad de las embajadas fue fortalecido a través del pacta sunt servanda. En el período de las dictaduras militares, muchos bolivianos fueron asilados políticos en diversas embajadas y de la misma manera, muchos extranjeros fueron asilados políticos en las embajadas bolivianas, ninguna sede fue irrumpida o violentada.
En este marco histórico, la acción violenta efectuada por el gobierno ecuatoriano constituye un grave precedente que debe ser sancionado por la comunidad internacional.

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