Luego de que un grupo de policías realizó una intervención en los predios de El Encanto, tras una denuncia de cuarto avasallamiento a tierras privadas en Guarayos, éstos fueron sorprendidos por personas asentadas en el lugar quienes los emboscaron y apuntaron con armas equipadas con miras láser; las fuerzas del orden no lograron arrestar a nadie ni encontrar a los trabajadores desaparecidos, informó ayer el abogado de la familia denunciante, Álvaro La Torre.
De acuerdo con nuevo material audiovisual difundido por El Deber, los supuestos avasalladores lanzaron petardos al aire tras percatarse que una patrulla policial ingresaba a los predios de El Encanto en compañía de integrantes de la familia Yucra, dueños de la propiedad.
La Torre denunció al matutino cruceño que los avasalladores llevaban palos y escopetas con miras láser, con las que apuntaron a los propietarios que llegaron con la Policía a inspeccionar la zona para evitar que se graben imágenes.
“Los avasalladores realizaron disparos al aire y salieron armados con palos a recibir a los policías y a los propietarios en El Encanto. Por ese motivo fue que no se pudo arrestar a nadie, pues los policías fueron amenazados y ahora no sabemos qué informe han elevado al Comando Policial de Guarayos, solo esperamos que hayan reflejado la realidad del caso”, detalló el jurista.
Los efectivos policiales tuvieron que abandonar el lugar al no poder efectuar un rastrillaje completo ni lograr encontrar a los dos trabajadores de la familia Yucra, desparecidos desde el pasado jueves en horas de la tarde, momento en el que se registró el violento avasallamiento.
Ese día, más de 40 personas armadas tomaron el predio El Encanto, propiedad de Yucra, en la provincia Ascensión de Guarayos, departamento de Santa Cruz. Esta fue la cuarta vez que las tierras fueron invadidas. En las tres anteriores oportunidades, los avasalladores fueron desalojados.
Pese a que el Gobierno se comprometió a enviar uniformados para detener la invasión de las tierras, ni siquiera las fuerzas del orden lograron contener, o siquiera hacer frente, al grupo armado ahora asentado.
DENUNCIAS DE TORTURA
La Torre agregó que uno de los propietarios, Samuel Yucra, se presentó ayer en las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para declarar en contra de cuatro dirigentes de la comunidad Monteverde, quienes serían los presuntos cabecillas de esta ocupación ilegal y abusiva.
Además, un trabajador de la familia Yucra, quien también brindó declaraciones en calidad de víctima, afirmó haber sido maniatado y torturado por los avasalladores armados. “Me agarraron y golpearon. Luego me torturaron para que yo hable, pero ¿qué podía decir si soy un simple trabajador? Me dejaron con una herida en la cabeza y la mano fracturada, porque me la golpearon con un arma de fuego”, relató.
Aún existen dos trabajadores desaparecidos, quienes vivían con sus familias en campamentos instalados en El Encanto. El jurista de la familia Yucra reiteró su solicitud de apoyo con la búsqueda, bajo temor de que sigan siendo retenidos por los usurpadores.