Comencemos a eliminar la impunidad.
La certificación de Reservas del Gas y Petróleo efectuada por la D Golyer & Mac Naughton durante la Capitalización gonista fue un FRAUDE, realizado y consentido por las empresas trasnacionales con el Gobierno gonista, y un pérfido engaño a los legítimos propietarios que somos los bolivianos, pues los gobiernos de turno son solamente administradores pasajeros.
Incumplen el contrato cuando no entregan ni publican informe oficial anual al 31 de diciembre de 2005, con solo un informe preliminar, donde hacen desaparecer “aproximadamente 10 Tcfs de la reserva probada de Bolivia”, sic. Este volumen significaría haber vendido por más de 40 años adicionales al Brasil y la Argentina. Esto hubiera significado más del doble de la renta recibida. (Más de 100.000 millones de dólares).
El entonces flamante Gobierno evista recibe los resultados del informe preliminar de la D Golyer & Mac Naughton mediante el Presidente de YPFB al Ministro de Hidrocarburos (en carta de abril 5 de 2006 LP- PRS -318-VPACF-226 -2006) falseando la información, ya que fueron “Profesionales de YPFB quienes alertaron la situación crítica”, sic. Derivada de un informe de la Gerencia de Control de Reservorios, sic.
Nadie del Gobierno y/o de YPFB o algún periodista u opinador que conocía el informe, exigió una explicación acerca del FRAUDE cometido. Y el gobierno evista incumplió sus deberes al no denunciar el fraude y el grave daño económico inferido a los intereses del país. La detención inmediata se imponía y un subsecuente juicio penal. Más bien se convirtieron en cómplices del fraude y en traidores a la Patria por ocultar la información, por incumplir sus deberes y por facilitar la salida y desaparición de los certificadores. Pero hace alrededor de un mes aparecen nuevamente en Bolivia, firmando un nuevo contrato con YPFB para certificar las reservas hasta el 30 de diciembre de 2023.
Del gonismo al masismo, y del evismo al abismo, parece ser la tragedia de los hidrocarburos.
CAMBIO INVIABLE
Cambiar uso de hidrocarburos por otras energías no es viable.
Planteamos con prioridad, la exploración petrolera, es decir, la búsqueda exitosa de hidrocarburos en reservorios no convencionales.
Si bien Bolivia, no ha tenido grandes volúmenes de hidrocarburos (producción y reservas de petróleo y gas natural), las pocas que tuvimos sirvieron durante muchos años para que nuestro país no sólo atienda su demanda interna de gas natural, sino que también se convirtiera en importante exportador (40 años a la Argentina y más de 20 años al Brasil). Aquellas exportaciones generaron grandes excedentes de divisas para la economía nacional y motivaron más de dos décadas de crecimiento del Producto Interno Bruto, uno de los más altos de América Latina. Fenómeno expresado en Reservas Internacionales Netas (RIN), de aproximadamente 15.000 MM USD.
Sin embargo, la realidad y el tiempo nos fueron mostrando que esas reservas se irían agotando en más o menos cinco años. La calidad del crudo de más de 50 grados API del tipo WTI Ligth Sweet, no permitió cubrir la demanda interna del diésel oíl, que importamos desde hace 30 años o más. Actualmente, la producción interna no cubre el 70 por ciento de nuestro consumo interno. Se calcula que para el año 2030, serían importados más de 50 mil barriles diarios.
Algunos expertos, políticos y “opinadores” han desahuciado las industrias extractivas para generar energía primaria y están a favor de migrar a la Energía Verde y sostenible para cuidar el futuro de nuestro Planeta. No estamos en contra de las energías no convencionales, pero en el caso de Bolivia, apostar a ese dramático cambio, a corto y mediano plazo, es inviable por la ausencia de tecnología, de economía y de la suficiente energía de los hidrocarburos, que financie tal cambio de matriz energética.
La solución práctica, obviamente, es la Exploración Petrolera por todos conocida y publicitada por cuasi expertos y legos absolutos que, durante estas dos últimas décadas, demostraron su dudoso conocimiento, con magros resultados y dejaron a Bolivia en una situación de aguda crisis energética.
La honestidad profesional nos obliga a reconocer que la temática de Exploración Petrolera que concluye en la fase de Perforación Exploratoria, es una simbiosis de ciencia y tecnología y en la que “por competencia de los científicos, nosotros los geólogos petroleros, estamos entre los responsables del agotamiento y la sequía de nuestras reservas”. “Por ello no se puede aceptar que se terminaron los hidrocarburos. Lo que faltan son nuevas ideas y más conocimiento”, como sostuvo el Ing. Geólogo Jorge Muñoz Reyes, fundador de YPFB.
Con esta premisa, planteamos con prioridad, la exploración petrolera, es decir, la búsqueda exitosa de hidrocarburos en reservorios no convencionales, por ejemplo, en la Cuenca del Madre de Dios.
ANEXO
a) Los ingresos más importantes que ha recibido el Estado boliviano, en estas dos últimas décadas, han sido por la exportación de gas natural a Brasil y Argentina, mediante el manejo soberano de YPFB. Aproximadamente se obtuvieron más de 6 mil millones de dólares en 2015 y se estima que en el año 2024, alcanzará un máximo de 1.500 millones de dólares.
b) Además, los hidrocarburos son la fuente primaria más importante de energía de nuestra matriz energética, que determina el desarrollo y bienestar del país. No hay sociedad ni nación que no estén sustentados por la energía del gas de hidrocarburos. En Bolivia más del 70 por ciento de la energía deriva de los hidrocarburos y la mitad corresponde al Gas Natural.
c) La energía eléctrica responde aproximadamente al 11 por ciento de la matriz energética de Bolivia, de la cual más del 60 por ciento es Termoeléctrica (es decir, quemando gas y minoritariamente líquidos).
El futuro de las hidroeléctricas en Bolivia, a pesar de las fuentes hídricas que posee, es casi inviable en el corto plazo por su costo, mercado y problemas asociados al medioambiente.
d) Los biocombustibles que pudieran paliar el gran déficit de combustibles, como el diésel oíl y secundariamente la gasolina, solamente son un “remedio” muy poco efectivo y caro, que no solucionan el déficit.
Aunque se especule que con la producción actual (50MMpcd), que se terminaría en 5 años, Bolivia debería importar del Brasil, pagando 6 mil millones de dólares al año, tampoco es alguna solución.
e) La solución final es encontrar nuevas reservas y el Estado boliviano debe arriesgar en su investigación a corto plazo.
f) No se han terminado el gas ni el petróleo en nuestro territorio.
g). El Estado boliviano debería conformar de inmediato un equipo profesional de ingenieros geólogos petroleros para encarar exitosamente un programa de exploración.
h) El manejo eficiente del sector hidrocarburos, es de vital importancia para nuestro país.