El Viceministerio de Desarrollo Agropecuario informó que más de 400.000 hectáreas de producción han sido afectadas por las lluvias, sequías, incendios y otros fenómenos naturales. Al menos el 50% corresponde a la soya.
“Los eventos que nos han afectado son la sequía, la granizada, las inundaciones, los incendios, y la superficie total afectada estaríamos hablando cerca de 200.000 hectáreas”, señaló Álvaro Mollinedo, viceministro de Desarrollo Agropecuario.
El viceministro puntualizó que las hectáreas de soya no están contempladas en esa primera cifra que dio y según datos de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) se estima que hay que sumar otras 205.000 hectáreas solo del grano dorado.
La autoridad manifestó que en los próximos días se enviará una comisión para realizar el trabajo de campo en el departamento cruceño, para tener precisión sobre los datos de la Anapo.
Además, puntualizó que el rendimiento por hectárea oscila entre las 2.5 a 3 toneladas, por lo que la afectación está entre las 500.000 a 600.000 toneladas.
“Queremos saber los datos exactos (…), por eso como Gobierno nacional solo quiero manifestar que la evaluación de campo, todo este fin de semana se va a estar trabajando en estos lugares de la afectación y vamos a tener datos más reales”, señaló Mollinedo.
Bolivia pasó de una dura sequía que redujo lagos y ríos y provocó insólitas olas de calor e incendios forestales, a un exceso de lluvias que en febrero superaron los registros normales de varias décadas.
Las lluvias han dejado un saldo de 40 muertos desde noviembre, decenas de evacuados, pueblos inundados y cuantiosos daños a la infraestructura, según las autoridades.
Los funcionarios señalan al cambio climático, los expertos no lo descartan, pero lo atribuyen más a anormalidades por efecto del fenómeno del El Niño, un fenómeno climático que provoca un calentamiento estacional de las aguas del Pacífico con efectos en el continente.