Dr. Alaide Caballero Rodríguez – Especialista en otorrinolaringología y médico general
“La prevención es la clave para mantenerte saludable”
El sistema respiratorio cumple una función esencial en el suministro de oxígeno al cuerpo. A su vez elimina los residuos de dióxido de carbono y los desechos tóxicos, también regula la temperatura y estabiliza la sangre.
En definitiva, se considera una enfermedad respiratoria a cualquier condición o afección que afecta al sistema respiratorio.
A continuación, se expone una extensa lista de enfermedades que pueden afectar el sistema respiratorio:
- Asma, influenza, sinusitis.
- Bronquiolitis, bronquitis.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Enfisema, fibrosis pulmonar, embolia pulmonar.
- Cáncer de pulmón, tuberculosis pulmonar.
- Resfriado común.
- Tuberculosis, neumonía, faringitis.
- Síndrome de dificultad respiratoria.
- Virus sincitial respiratorio
- Síndrome respiratorio agudo severo.
La mayor parte de las enfermedades que afectan al aparato respiratorio están producidas por infecciones víricas o bacterianas. La gripe, el resfriado y la amigdalitis son las más frecuentes. Dichas enfermedades pueden ser el resultado de procesos infecciosos, mecánicos, obstructivos y alérgicos. Son más frecuentes en invierno y afectan con mayor gravedad a niños menores de cinco años.
La probabilidad de padecer una enfermedad respiratoria aguda aumenta con la mala ventilación de un espacio donde se concentran muchas personas, los cambios bruscos de temperatura, la contaminación ambiental, el tabaquismo y el contacto con enfermos.
Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la influenza, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía es importante estar al día con todas las vacunas.
Otras medidas de prevención importantes son el lavado de las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño.
También se aconseja ventilar todos los ambientes a diario, mantener reposo en casa mientras continúen los síntomas, cubrirse la boca al toser o estornudar para evitar contagiar a otros y no automedicarse.
En efecto, el consumo de medicamentos sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.
Es importante que ante cualquier síntoma acudas con tu especialista de confianza.