El Gobierno accedió a más de 4.400 millones de dólares del Banco Central de Bolivia (BCB) y desembolsos por deuda externa más de 3.400 millones, de noviembre de 2020 a diciembre de 2022, la cifra acumulada llega a $us 8.554 millones, en los últimos 38 meses de administración gubernamental, prácticamente duplicando la deuda interna, pero va por más externa, debido a que no tiene recursos para inversión pública.
Del balance del Banco Central de Bolivia, ya sabemos cuánto le ha prestado el BCB al Tesoro General de la Nación (TGN) para financiar el déficit fiscal del 2023. El Crédito Neto al Sector Público No Financiero durante el año pasado ha sido de 4.117 millones de dólares, el financiamiento de déficit más alto de la historia que ha hecho el BCB al Gobierno Central, según sostiene el economista Gabriel Espinoza en su cuenta de X (Twitter) @g_espinoza.
“Para que se ponga en contexto: 1. Entre nov-2020 y dic-2022 (26 meses), Luis Arce le pidió prestado al BCB 4.437 millones de dólares. En el mismo tiempo recibió desembolsos por deuda externa por más de 3.486 millones; 2 durante toda la gestión de Jeanine Añez el crédito del BCB al TGN llegó a 2.912 millones (12 meses), con desembolsos por deuda externa de 1.253 millones. Estos desembolsos de deuda externa fueron menores a los observados en 2019 (1.520 MM), a pesar de la pandemia, y se dieron por el bloqueo legislativo que implementó la entonces Presidenta del Senado, Eva Copa, apoyado por el candidato Luis Arce”, expone Espinoza.
En consecuencia, Luis Arce es el Presidente que, a pesar de haber tenido: i) condiciones ideales de Gobernabilidad, al menos durante sus primeras gestiones, ii) de haber recibido una gran cantidad de recursos externos y iii) de no haber enfrentado ninguna crisis extraordinaria (como era una pandemia con consecuencias y tratamientos, en aquel momento, desconocidos), ha sido el que más endeudamiento interno ha contratado, llegando a los 8.554 millones de dólares en tan sólo 38 meses, prácticamente duplicando la deuda interna del Tesoro General de la Nación al inicio de su gestión, apuntó.
“Es un manejo irresponsable y contradictorio con una perspectiva técnica sostenible. De hecho, ese es uno de los motivos por los que Moody’s le ha rebajado la calificación de deuda a Bolivia, aseguró.
Entretanto, el economista José Luis Evia escribió en su cuenta de X: “De acuerdo a los Estados Financieros del BCB, el 2023 el crédito al sector público (SP) creció en el equivalente a 4.392 millones de dólares. Las obligaciones del BCB con SP crecieron en 275 (millones). Por lo que el crédito neto (financiamiento monetario del déficit) estuvo alrededor de 4.117 millones”.
Oficial
El pasado fin de semana el presidente Luis Arce dijo que no hay plata, ni gas, y la Asamblea traba créditos destinados a obras, como la ampliación del teleférico café. Sostuvo que no hay plata para encarar la demanda de proyectos.
Al día siguiente, autoridades trataron de interpretar lo que dijo el Presidente, y aseguraron que hay recursos vía impuestos, pero proveniente del gas bajaron, y hasta se permitieron anunciar que se debe buscar la forma de aumentar los impuestos, vía fiscalización.
Mientras que desde Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitieron la reducción de la producción, pero que trabajan en exploración para aumentar la oferta para el mercado nacional e internacional.
Arce dijo que la Asamblea frena los créditos, que son alrededor de 700 millones de dólares, que según las autoridades del Ejecutivo son destinados a diferentes proyectos.
Como se recordará, en la gestión de Evo Morales, el exministro de Economía y ahora Presidente, Luis Arce, indicaba que la inversión y las obras se financian con más recursos propios que externos, en esa ocasión daba porcentajes de 30%, sin embargo, la situación cambió ya que el financiamiento externo alcanza al 100% y parte de los recursos destinados a la compra de hidrocarburos también requieren dinero externo.
Iliquidez
El pasado lunes, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, indicó que los informes de las calificadoras señalan el problema político que se da en la Asamblea Legislativa, lo que muestra que el Gobierno no tiene problemas de insolvencia, pero sí de iliquidez.
La Asamblea no aprueba a la fecha créditos cercanos a los 700 millones de dólares, aseveró la autoridad en su conferencia de prensa del pasado lunes.
Al respecto, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, dijo que el Gobierno tiene los dos problemas, insolvencia e iliquidez, pues no tiene cómo generar mayores recursos y por lo tanto, acude a los préstamos externos.
Iliquidez muestra que no se tiene dinero en efectivo, de manera inmediata, por eso se recurre a la venta del oro y también a mayor deuda; la insolvencia muestra que la actual administración de Estado no puede generar sus ingresos propios, según reflexionó Romero.
Esa situación tiene que ver con la caída de la venta de materias primas, como los hidrocarburos, las recaudaciones, que no son de las mejores por la alta informalidad, y por ello anuncian reajustes en el tema impositivo, así como la poca rentabilidad de las empresas estatales.
Si hubiera ingresos propios suficientes qué sentido tendría prestarse, apuntó y alertó que a corto plazo los préstamos tienen un costo social alto.
Romero mostró un panorama complicado de la economía nacional, ya que las opciones que tiene el Gobierno para cubrir su iliquidez sería a través de la monetización del oro, la emisión de dinero inorgánico, pero advierte que estas posibilidades pueden provocar mayor inflación y devaluación de la moneda nacional.