Tras ser absuelta ayer por la Justicia del supuesto delito de trata de personas, la expareja de Evo Morales, Gabriela Zapata, finalmente rompió el silencio y aseveró que fue “utilizada” políticamente en un caso ensamblado por la cúpula cercana del exmandatario, para cubrir la derrota del referéndum del 21 de Febrero de 2016.
Ayer, en el cumpleaños 17 del supuesto hijo de Zapata y Morales, el Juzgado Cuarto de Sentencia de La Paz dictó sentencia absolutoria en favor de Zapata y el resto de los nueve coacusados luego de un proceso que duró ocho años, al no encontrarse pruebas incriminatorias por el supuesto delito de trata de personas, según informó la defensa legal de Zapata.
“Son ocho años (en los) que este proceso ha sido supeditado a consideraciones políticas, forzado y armado con una finalidad única de cubrir la derrota del 21 de febrero, (en el) que se ha utilizado a mi persona, incluso he sido sentenciada en otro proceso”, afirmó la expareja del cocalero.
La exacusada y sus abogados arguyeron que la Fiscalía no logró demostrar el sustento de su acusación, sino que, al contrario, las pruebas exhibidas permitieron probar su inocencia.
“Este caso ha sido (llevado adelante) por esconder una derrota electoral (del 21F). Se ha podido demostrar con pruebas fácticas y sustanciales que soy inocente; he sido prácticamente utilizada, en este proceso, por consideraciones políticas. Asimismo, la Fiscalía cuando emitió su resolución de acusación, estaba supeditada a órdenes superiores”, agregó.
Zapata también aseveró que estará presente “donde la llamen” para aclarar denuncias en su contra. “Nosotros vamos a ir con la mayor responsabilidad para aportar con lo que se tenga que aportar”.
El abogado, Manolo Rojas, corroboró que el caso fue armado por la cúpula del exmandatario y expresó que “Evo Morales debe responder a la justicia” por ocho años de hostigamiento, abusos y torturas a los familiares de su defendida, Pilar Guzmán.
Respecto a la posibilidad de iniciar un proceso a Morales por falsa denuncia, tanto Zapata como los abogados mencionaron que es una posibilidad que se analiza. El jurista, William Sánchez Peña, aclaró que la sentencia absolutoria es en primera instancia y que el Ministerio Público deberá decidir si no se realizarán futuras apelaciones.
“Primeramente tenemos que hablar de una sentencia firme y, a partir de eso, ya se verá qué acciones se tomarán en contra de las personas que nos han iniciado acciones que no correspondían solamente por proteger una situación”, sostuvo Sánchez Peña.
Luego del fallido referéndum de 2016, Zapata, Pilar Guzmán, sus tres hijos y otro familiar, el jurista, William Sánchez Peña y otras tres personas, fueron acusados por Morales de suplantar a su supuesto hijo por otro menor, en un proceso abierto por el supuesto caso de trata y tráfico de personas.
TORTURAS Y CARENCIAS AFECTIVAS
Por su parte, Pilar Guzmán manifestó a EL DIARIO que su familia acudirá a organismos internacionales para denunciar torturas en contra de uno de sus hijos por parte de allegados a Morales, cuyas identidades serían reveladas posteriormente.
En tal sentido, manifestó que “atacaron lo más sagrado” de su vida, ya que sus tres hijos habrían sido detenidos durante el proceso. Uno, incluso, habría sido torturado con electricidad, de acuerdo con un informe que fue presentado como elemento probatorio. “Mi hijo ha sido torturado. Estos señores le han pasado corriente a mi hijo para que se inculpe. Ese informe internacional está aquí y se ha judicializado esa prueba”, señaló.
En tal sentido, mencionó que cuestionaron a la Fiscalía sobre el paradero del menor, con iniciales E. F. M. Z., quien habría cumplido 17 años ayer, el mismo día en el que su madre fue absuelta. Según Rojas, Zapata preguntó “¿Dónde está mi hijo?” a la Fiscalía, entre lágrimas. “Eso deberían habernos respondido los de la Fiscalía”, agregó.
Rojas también mencionó que, dentro de los elementos judicializados, también figura un informe psicológico especializado que señala “claramente” que Morales “carece de afectividad emocional” y que no tiene la menor intención de cuidar a su hijo, Ernesto Fidel, ni de tenerlo cerca. Para el jurista defensor de los absueltos, es un “pecado” no cuidar de la propia sangre.
Finalmente, añadió que “lo más importante es que no exista injerencia como ha existido. Ha habido amenazas, con nombre y apellido. No puede ser que Morales siga ocultándose y creer que es más que la justicia”, apuntó.