Hasta hace unos veinte años, las informaciones sobre producción y exportación de droga, eran poco frecuentes, se trataba de pocos gramos, pero se producía un escándalo que movilizaba a los organismos encargados de la lucha contra ese mal. Al presente, una noticia sobre descubrimiento de cargamento de estupefacientes no causa la movilización de funcionarios de la burocracia oficial y pasa poco menos que desapercibida en la población.
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, a cargo de la confiscación de droga en puestos fronterizos, ha confirmado ese extremo, limitándose a comunicar que, en esta gestión, los decomisos han alcanzado un nivel récord, es decir que de enero a abril de este año se decomisó 20 toneladas de cocaína y 119 de marihuana, en un contexto que favorece ese tráfico. Pero no se vislumbra medidas eficaces para disminuir esa actividad ilegal, debido, particularmente, a la actual situación económica en la que se encuentra el país. Y es que el narcotráfico se expande cada vez más, lo que se comprueba, por ejemplo, por la presencia de organizaciones internacionales de narcotraficantes y la proliferación de secuestros y ajusticiamientos de involucrados en el tráfico de drogas, particularmente en el oriente del país.
De otro lado, cuando algunas autoridades informan de manera oficial que en la misma gestión han sido decomisadas 139 toneladas de drogas, es posible imaginar que, en ciertos lugares, estaría permitido el paso de grandes cantidades de cocaína y marihuana. Y decomisos de esas drogas también se han producido en capitales europeas, desde Madrid hasta Moscú, en cantidades iguales y superiores a las descubiertas por autoridades bolivianas. Es más, traficantes trasladan estupefacientes sin dificultades debido a que diversos puestos fronterizos no tienen suficiente cantidad de vigilantes. Tampoco es posible controlar los vuelos clandestinos con droga desde pistas clandestinas.
En consecuencia, se observa que cuanto más se predica la lucha contra la producción de drogas, el narcotráfico crece con más velocidad, lo que permitiría deducir que los viejos sistemas deben ser reformados, ya que el decomiso de 139 toneladas de cocaína y marihuana, significaría un total increíble de kilos de drogas, lo cual, a la vez, significaría una suma enorme de dinero, ya que cada kilo se vende en miles de dólares, según datos conocidos.
En todo caso, por esos datos estadísticos sobre exportaciones de drogas, lo que implica gigantescas ganancias, la economía boliviana tendría un soporte furtivo récord, cuando muy poco exportamos y hasta el primer mandatario ha afirmado que ya no tenemos gas y necesitamos la aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa.
Drogas decomisadas llegaron a 139 toneladas
- Advertisment -