En medio de la creciente discusión sobre migración, el político chileno José Antonio Kast ha propuesto una medida drástica: levantar un muro para cerrar la frontera con Bolivia. Las propuestas de cerrar fronteras y levantar muros suelen despertar debates intensos y opiniones encontradas. Esta sugerencia, que busca abordar lo que él describe como un problema de “inmigración ilegal”, ha generado polémica y merece una reflexión detenida.
Es importante recordar que la migración es un derecho humano reconocido internacionalmente. Todos, en algún momento de la historia, hemos sido o seremos migrantes. Los chilenos mismos han migrado a otros países, incluyendo Bolivia, en épocas pasadas en busca de mejores oportunidades, así como ahora lo hacen ciudadanos bolivianos y de otros Estados.
En este sentido, es esencial tener una visión amplia y empática sobre las necesidades humanas y los desafíos que enfrentan las personas que se ven obligadas a dejar sus hogares en busca de una vida mejor.
Si bien es cierto que es necesario controlar los delitos que son cometidos en las fronteras, no podemos generalizar y estigmatizar a todos los migrantes por las acciones de unos pocos; La mayoría de los migrantes contribuyen al desarrollo, al progreso y al trabajo en los lugares a donde llegan, aportando con su esfuerzo, dedicación y diversidad cultural, sin olvidar el dinamismo económico gigantesco al comercio en la macro zona norte de Chile que hacen los migrantes bolivianos a diario y de manera constante.
Por lo tanto, la propuesta de levantar un muro para cerrar la frontera con Bolivia no solo es desproporcionada, sino que también es desacertada. El señor Kast, no conoce su propia realidad y ve la migración como un problema que debe ser resuelto con barreras físicas y restricciones, sin considerar las necesidades humanas y sin buscar soluciones más empáticas y efectivas.
Es importante recordarle que las políticas migratorias deben respetar los derechos de todas las personas y no ser utilizadas únicamente con fines políticos.
En lugar de buscar soluciones que vulneren los derechos humanos y que generen división, se debe trabajar en unión para encontrar soluciones que promuevan la convivencia pacífica y el respeto mutuo entre todos los ciudadanos, independientemente de su origen o nacionalidad, promoviendo la integración entre los pueblos.
Es fundamental que políticos, como José Antonio Kast, adopten una postura más comprensiva y constructiva hacia la migración, buscando soluciones que sean efectivas, sin comprometer los derechos y la dignidad de las personas. La construcción de muros o zanjas no son la respuesta, la verdadera solución radica en abordar las desigualdades y fomentar la solidaridad y la cooperación internacional.
En tiempos de incertidumbre y cambio, es imperativo que mantengamos una visión humanitaria y solidaria, reconociendo la migración como un fenómeno natural, buscando respuestas que promuevan la justicia y la inclusión para todos.
El autor es Abogado Magíster en Seguridad, Defensa y Desarrollo, Diplomado de Altos Estudios Nacionales.