El MAS domina la escena electoral rumbo a las elecciones generales 2025 y la oposición desaparece de la conciencia pública al enmudecer o dejarse distraer por el “show político” armado estratégicamente para tener en vilo a todo el país. El congreso del MAS “arcista” se desarrolla y promete determinaciones históricas, se dice que cuenta con 150 veedores internacionales, el TSE lo supervisa de manera obligada por orden de la Sala Constitucional primera del Tribunal de Departamental de Justicia de la Paz. Los vocales del TSE dicen que es de forma condicionada y provisional y la Sala Constitucional expresa que: Los errores de la administración electoral, no le pueden ser cargados al militante, sea el accionante o tercero interesado. Los vocales denuncian que se está vulnerando de manera flagrante la independencia de poderes, como si en este país se respetara el Estado de Derecho.
El clima electoral se va calentando en el país, la estrategia jurídica “arcista” ya está dando sus primeros resultados, la agenda pública o el tema de discusión en los medios de comunicación es la crisis interna de partido que está viviendo el MAS. Hay riñas internas irreconciliables dentro del instrumento político, pero no vemos acción del gobierno, ni acción de los partidos de “oposición” para salir de la crisis económica en la cual estamos sumergidos. El presidente debería estar muy molesto con su equipo económico, porque su plan de “industrialización” y “reactivación económica” no está dando resultados. Todas las calificadoras de riesgo están aplazando la gestión económica del presidente Arce. La situación de la Asamblea Legislativa Plurinacional es deplorable, no hay gestión legislativa, se aplazaron todos en llevar adelante las elecciones judiciales.
Hay crisis en las gobernaciones y en los gobiernos municipales por falta de presupuesto, para el colmo, el salario de los funcionarios públicos sigue subiendo después del 1 de mayo; la ineficiencia y la parasitocracia sigue siendo premiada. Esto es un abuso de poder, esto es corrupción, esto se llama injusticia. Por otro lado, la tragedia de la oposición es la consecuencia directa de la falta de unidad de sus líderes. El presidente Arce Catacora ya no gobierna pensando en el interés del Estado, sino en su reelección. El MAS manipula al electorado y medios de comunicación son utilizados para este propósito, es la “estrategia comunicacional” del poder para reproducir el poder y conservar el poder. El MAS se regocija ante la crisis nacional general, para comprar, cooptar y corromper el voto de los futuros votantes. El MAS se siente en armonía con el conflicto, en el conflicto se hace más fuerte.
Para rematar este escenario conflictivo, el ex mandatario Morales de manera cínica dice que se acabó la democracia y que Arce es el peor presidente de Bolivia. Además, expresa que no hay gas, que no hay plata y lo más preocupante es que no tienen un plan. Amenaza con convulsionar el país, si es que el ala arcista se sale con la suya. Amenaza con recurrir a instancias internacionales por la vía legal, quiere ganar esta batalla, pero la realidad es que el ex mandatario recurrirá a la “estrategia de la movilización de bases sociales” afines a su capricho para que su foto aparezca en la papeleta electoral. Lo cierto nomás es que en el MAS no hay ideas serias, concretas y evaluadas para producir mejora alguna en Bolivia. Su lucha por el poder y quién se queda con la sigla es más importante que ofrecer soluciones al país.
Si nada hacemos, los bolivianos volveremos a presenciar con el MAS una nueva frustración. No existe razón verdadera para que los bolivianos nos hagamos ilusiones con el instrumento político, defensor del proceso de cambio que ha fracasado en Bolivia, al igual que la industrialización del litio, para muestra un botón. El MAS no respondió al momento histórico que vive Bolivia, las esperanzas de unidad nacional se han frustrado una vez más, por la angurria de poder de un solo partido político tradicional, como es el MAS. Y, al parecer, la anarquía y el caos vuelven a nublar el cielo de nuestro bendito país, donde a punta de amenazas se quiere decidir el destino de todos los que habitamos en esta tierra. El horizonte se muestra sombrío para Bolivia. Tenemos gobernantes irresponsables y politiqueros que nunca pasan de moda.
Los partidos políticos tradicionales, dizque de oposición, carecen de vigencia, todos son oportunistas, faltos de valor, ética, civismo, llenos de ambición. En síntesis, son unos camaleones ambiciosos de poder y riqueza. Hasta cuándo los bolivianos comprenderemos que, para luchar contra el abuso de poder, la corrupción, el autoritarismo y el subdesarrollo con estancamiento económico, hay que hacerlo con estudio, con trabajo digno, con unidad entre departamentos y no dividiéndonos entre nosotros mismos, haciendo el ridículo ante el país y el mundo. El estado de atraso y abandono en el que se encuentra el país es lamentable, pero lo peor de todo es que a pesar de abundantes recursos naturales. Hasta nuestras riquezas ya fueron vendidas a empresas chinas. Todos ellos han adormecido a nuestro país, con semejante nauseabundo que nos suministran todos los días. Estos politiqueros, que dicen amar a Bolivia, solo aman a sus bolsillos, no existe proceso de cambio, no existe democracia. Lo único que existe es estudiado amor al dinero. Ha llegado el momento de un cambio de personas y de visión de país.
Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.