El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, confirmó ayer que una prueba pericial de documentología estableció que la letra y firma que figura al pie de una supuesta carta póstuma sí corresponden a la identidad grafológica del fallecido exgerente de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Juan Carlos Montenegro.
El dictamen pericial, realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), estableció que la firma estampada al pie del documento corresponde al fallecido, por lo que Lanchipa dio por concluido el caso sobre la muerte de Montenegro.
De acuerdo con la pericia grafológica, las letras trazadas en el documento que tiene como fecha el 24 de abril de 2024 pertenecen a la mano caligráfica e identidad escritural de Juan Carlos Montenegro Bravo, cuyas grafías se obtuvieron para la respectiva comparación documental y análisis grafotécnico, agregó la autoridad, citada en una nota de prensa de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“La prueba pericial en grafotecnia se realizó mediante la comparación de varios documentos de una carpeta de palanca que fue colectada de la Jefatura del Instituto de Investigaciones en Metalurgia y Materiales, que contenían la letra y firma de Montenegro”, señala la información.
La FGE agregó que algunos elementos tomados en cuenta en el análisis fueron el orden espacial, diagramación, la orientación escritural, inclinación, velocidad, presión escritural, grosor de trazos, proporcionalidad, continuidad, cultura gráfica, espontaneidad y forma de la firma, entre otros (aspectos) que confirmaron la autenticidad de la letra y firma de Montenegro.
DUDAS EN TORNO A LA MUERTE
Ante la súbita muerte del exgerente de la estatal, surgieron dudas por parte de la población. Imágenes en redes sociales inferían que la firma no correspondía con anteriores estampas de Montenegro, y que, bajo la hipótesis de que murió por una falla cardíaca, no pudo haber adivinado su propia muerte por una circunstancia fortuita como un infarto.
Por ello y en medio de la incertidumbre, el Ministerio Público encargó estudios técnicos sobre el documento en cuestión. “Se está llevando adelante un trabajo técnico a cargo del laboratorio del IDIF para establecer el tema de estas cartas que se mencionan”, indicó entonces Lanchipa.
Aunque la autopsia no evidenció ningún tipo de lesiones, se halló que el corazón del exgerente presentaba un crecimiento anormal, lo que sugiere que pudo haber sufrido infartos anteriores. El examen estableció que la causa muerte fue un shock cardiogénico e infarto agudo de miocardio, descartando uso de sustancias controladas o bebidas. Lanchipa mencionó que se continúan investigando las circunstancias de su muerte.
IMPLICADO EN CORRUPCIÓN
Días antes de su muerte, Montenegro fue implicado en una investigación por daño económico al Estado, a raíz de una denuncia de YLB que advertía supuestas irregularidades en la construcción de 18 piscinas evaporíticas de litio en la planta de la empresa estatal ubicada en el Salar de Uyuni.
Tras la detención de su allegado, el exministro de Minería, Luis Alberto Echazú, quien también es investigado en el caso, la sorpresiva muerte de Montenegro generó mucha incertidumbre. Horas después de su deceso, circuló una “carta póstuma” supuestamente escrita por él antes de morir, en la cual figuraba su firma y la frase “soy inocente” manuscrita.
En la carta, el occiso mencionó que el Gobierno habría montado el caso para esconder la “fallida ilusión” de la industrialización del litio y se rehusaba a ser “humillado por una justicia amañada”.