Los principios éticos-morales de la sociedad del Estado Plurinacional de Bolivia, explicitados en el artículo 8º de la norma fundamental, son enunciativos y no influyen en la conducta dolosa de servidores públicos del Órgano Judicial, entendiendo la jerarquización administrativa desde una magistrada o magistrado hasta el funcionario de apoyo judicial.
A partir de la promulgación de la Constitución Política del Estado Plurinacional, 2009, Bolivia, ha incursionado en el esfuerzo por reestructurar sus instituciones a partir de una base principista diferente. Este nuevo horizonte de principios, fundado en el vivir bien, la vida armoniosa, la vida buena, la tierra sin mal y la vida noble, recuperado de los modos de vivir de los pueblos originarios del país, exige, a nivel de la ciudadanía, así como a nivel del sistema de instituciones que hacen al Estado, una predisposición, voluntad y capacidad para coexistir de una manera diferente.
Estoy convencido de explicar cuáles son y cómo operan los valores del Estado Plurinacional de Bolivia, con las premisas: 1) Caracterización de los valores y principios éticos del componente humano pluricultural; 2) Describir de forma sistemática hechos sancionatorios acaecidos en Bolivia; 3) Analizar la presencia mayor o menor de los valores del Estado Plurinacional; y 4) Proponer un sistema de formación de cultura ciudadana y servidores públicos del Órgano Judicial sobre sanciones de mala praxis de la administración de la justicia basados en los principios de sociedad plural.
Los principios éticos-morales en el Estado Plurinacional de Bolivia son expresiones que no han podido ser aplicadas en la lucha contra la corrupción en la administración pública ni en el Órgano Judicial. Los principios normativos ético-morales de la sociedad pluricultural, instituidos en la doctrina del Estado Plurinacional, han jugado un rol intrascendente en la conducta de las autoridades judiciales. Varios autores, desde distintas escuelas filosóficas, intentan sistematizar el pensamiento acerca de lo moral y lo ético, recurriendo, como es correcto, a deducciones e inferencias en unos casos muy acertadas y en otras excesivamente forzadas.
Finalmente, con un sistema de capacitación y formación permanente, ponderable en su escalafón en valores de eticidad y moralidad, como remedio paliativo para servidores públicos del Órgano Judicial, será importante para fortalecer el papel de juez natural y transversalmente a la sociedad civil en la prestación de ciertos servicios auxiliares dentro del sistema de la prevención de actos irregulares sancionatorios en la administración de justicia, donde también se debe fortalecer la educación en pre grado y posgrado, aumentando en sus currículas académicas, como medio innovativo de políticas de prevención.
El autor es Profesor de pre y posgrado UMSA – UPEA.
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