jueves, diciembre 26, 2024
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Historias que inspiran

Tres mujeres de blanco narran cómo es su vida en el hospital

¿Cómo sobrellevan los turnos con la maternidad? ¿Qué retos afrontan durante su formación? ¿Por qué su labor es imprescindible en los centros de salud y hospitales? Les llaman los ángeles con bata. En realidad, son enfermeras que trabajan con pasión.

Son mujeres que asumen diferentes roles, entre ellos el de madres de familia y enfermeras. Brindan cuidados en casa como en una sala hospitalaria. Han pasado muchas horas acompañando un nacimiento y también presenciando los últimos minutos de vida de una persona. Cuando la mayoría está descansando, ellas están cumpliendo un turno. En pandemia les llamaron ángeles de blanco. En realidad, son profesionales de la enfermería que trabajan con empatía y pasión.

Desde 1974, el 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, como un homenaje a las personas que ejercen el oficio y la fecha coincide con el nacimiento de Florence Nightingale, una enfermera, escritora y estadística británica que creó el primer modelo conceptual de enfermería con grandes aportes en forma de trabajo, para una mejor atención a los pacientes.

Hoy conoceremos las historias de tres mujeres de blanco, como una forma de concientizar sobre la loable labor que realizan. Ellas fueron elegidas por INTI, a través de su línea B. Braun.

Jovana Lara: “mi reto más grande es ser buena madre y una buena enfermera”

Jovana Lara lleva 31 años recorriendo los pasillos de hospitales y centros de salud con una bata blanca y algún insumo hospitalario en mano. Es madre de tres hijos y, hace varios años, quedó viuda. Ser papá y mamá para sus hijos no ha sido un impedimento para seguir aprendiendo y avanzando.

Actualmente, Lara, es jefa de enfermeras en el Hospital Obrero 2 de la Caja Nacional de Salud (CNS) en Cochabamba. Ella recuerda que desde niña le ha llamado la atención esta vocación y tuvo que vencer diferentes tabús y desafíos ya que sus padres querían que estudie otra carrera y no enfermería. Antes de salir a un turno, Lara organiza la casa, coordina las comidas para sus hijos, las tareas del colegio, se cerciora de que todos lleguen bien a su hogar y que haya lo necesario para la provisión diaria.

“El hospital es como un segundo hogar para mí. A diario coordinamos el cumplimiento de diversas actividades, evaluamos los objetivos alcanzados, solucionamos desafíos, organizamos los recursos, hacemos seguimiento detallado de cada paciente y coordinamos con otras áreas para el mejoramiento del servicio”, narra.

Consultada sobre ¿cuáles son los principales desafíos de las dos labores? Lara menciona dos: ser una buena mamá y una buena enfermera equilibrando ambas labores; conseguir los objetivos con cada paciente a pesar de las limitantes y lograr una mejora continua en la calidad de atención al público.

María Teresa Castedo: “sin enfermeras no hay hospital”

María Teresa Castedo Vaca (69) es la jefa del Hospital Materno Percy Boland en Santa Cruz. Ella ha recorrido más de 40 años en las salas y pasillos de múltiples hospitales. La conocen más como ‘Teresita’. Al terminar la secundaria ella tenía dudas sobre qué carrera estudiar. Sin embargo, se inclinó por esta vocación pensando en que podía aportar en la recuperación de una persona con enfermedad y cómo podía ayudar a personas con su profesión. El 1 de septiembre de 1980 se graduó como enfermera.

Ella es mamá y dice que puede ejercer ambas labores porque se parecen en gran manera. “En ambos lugares se debe brindar cuidados con amor, se debe poner en práctica conocimientos y experiencia. A veces hay que tener firmeza, pero también humildad y un buen trato”. Cada lunes ‘Teresita’ organiza el rol de atención para los pacientes. Llegan al hospital personas con diferentes problemas de salud y cada uno de ellos representa un desafío y aprendizaje.

‘Teresita’ dice que sin enfermera no hay hospital. Ella dice que su trabajo es relevante para prevenir enfermedades y para tomar decisiones sobre la salud de un familiar querido. “Estamos al lado de un paciente en los momentos más difíciles desde un nacimiento hasta el último adiós. Muchas veces los acompañamos días completos y estamos en acción los 365 días del año” reflexionó pidiendo mayor reconocimiento de parte de las autoridades a la labor que ejercen.

Ella dice que el trabajo de enfermería afronta al menos tres desafíos: brindar una calidad de atención pese a los escasos recursos en el sistema, que sean reconocidas como profesionales con autonomía y liderazgo y contar con profesionales en enfermería con vocación social y especialización.

Enfermera Vera: “trabajo salvando vidas… amo tanto a mi familia como a mi vocación”

Rosario Vera Callisaya trabaja en el área más intensa del área de adultos del Hospital Materno Infantil de la CNS de La Paz. Ella tiene 30 años de experiencia acompañando a cientos de pacientes en salas hospitalarias. Es mamá de tres hijos (una mujer y dos varones) y la maternidad en ningún momento ha sido un impedimento para que ella se supere. Cuenta con un diplomado, una maestría en terapia intensiva y múltiples cursos de actualización.

Vera dice que se animó a estudiar enfermería en respuesta a una oración que hizo. Ella es creyente de Dios y asegura que, antes de ingresar en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), le pidió al Creador sabiduría para que donde Él la pusiera ella dedicaría mucho esmero y devoción. “Siempre elegí el turno de la mañana, así que me daba para preparar el desayuno. Yo les decía (a mi esposo e hijos) que saldríamos todos a trabajar. Ellos me dejaban en el hospital y seguían rumbo al colegio”, explica.

Ella es miembro fundador de la Sociedad Científica de Enfermería en Medicina Crítica y Terapia Intensiva de La Paz. Vera dice que ha logrado diversos objetivos profesionales y ha mantenido una maternidad sana valorando los tiempos de calidad y brindando espacios para conversar. “En el área crítica en el que me desenvuelvo se salvan vidas y en mi familia estoy con las vidas mismas. Amo tanto a mi familia como también mi vocación”, destaca.

La licen, como le dicen con frecuencia, pide a la población que valoren el oficio de las enfermeras y confíen en su trabajo porque es relevante para la evolución de la salud de un paciente, para subir el estado anímico e influir en el sistema inmune, para acompañar a los familiares en oración por una cirugía y lograr que salgan rápido de las etapas críticas de una enfermedad.

“Las enfermeras no podemos estar en los acontecimientos de las familias. Muchos cumpleaños se pasan en una sala de hospital, los días especiales como el Día de la Madre, del Padre, suele coincidir con cirugías, con los turnos. Pedimos a la población ser empáticos y aliados para ayudar a sus familiares a superar una enfermedad”, reflexiona.

Marco Torrico, gerente de la Unidad de Negocio Hospitalaria de INTI, B.Braun, felicitó a cada una de las enfermeras que se relacionan con la empresa en todo el país y resaltó el trabajo que realizan en beneficio de la salud de miles de familias, asumiendo el rol de madres y responsables de áreas complejas en los hospitales con valentía, serenidad y mucho profesionalismo.

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