Aviturismo, una opción para desarrollo de comunidades

Los comunarios de San Carlos, Perereta y Amaya, responsables de la administración de la Reserva Natural Comunitaria Paraba Frente Roja, recibieron más de 169.450 bolivianos, provenientes de los ingresos generados por el aviturismo en 2023.
Esta reserva, situada en el municipio de Omereque del departamento de Cochabamba, desempeña un papel crucial en la protección de la paraba frente roja (Ara rubrogenys), al albergar la mayor colonia reproductiva de esta especie endémica de Bolivia catalogada en Peligro Crítico de Extinción.
Desde el inicio de las actividades turísticas en la Reserva Paraba Frente Roja en 2006 se ha buscado no solo fortalecer la convivencia entre las comunidades y su entorno natural incluyendo a esta ave, sino también mejorar los ingresos de las familias a través del turismo.
El dinero derivado de los servicios turísticos se divide equitativamente en cuatro partes iguales: una respalda la conservación del ave y la sostenibilidad de la reserva, mientras que las otras tres se destinan para apoyar a las comunidades del municipio.
De acuerdo con los estatutos establecidos, estos fondos se utilizan para financiar proyectos educativos, de salud y bienestar en las comunidades responsables de la gestión del lugar.
Desde 2011 hasta 2015, los ingresos por aviturismo en la reserva crecieron constantemente.
La pandemia de covid-19 impactó drásticamente en 2020, con una caída del 78% en los ingresos. Sin embargo, la recuperación fue notable. En 2021, 2022 y 2023 hubo un crecimiento acelerado y significativo, marcando una destacada recuperación postpandemia.
“En 2023, los ingresos continuaron en aumento, lo que refleja un crecimiento en la demanda de la reserva como destino para el aviturismo en Bolivia. Este significativo incremento en los ingresos subraya la resiliencia durante la pandemia, que impactó severamente la industria turística a nivel global”, afirmó el director administrativo de la Asociación Armonía, Iván Pérez.
En el evento participaron el presidente del Comité Administrativo de la Reserva Paraba Frente Roja, Wilfredo Vargas García, oriundo de Perereta; el tesorero del Comité de la comunidad de Amaya, Macario Guzmán López, y Lisberth Rocha Rojas, dirigente de San Carlos.
A raíz de que el emprendimiento tuvo mejores beneficios y oportunidades para las comunidades, el comité decidió entregar porcentajes mayores a los establecidos en los reglamentos para seguir mejorando la infraestructura y condiciones para recibir a turistas.
En 2023, la reserva recibió un total de 106 turistas, la mayoría de Estados Unidos (24) y Bolivia (24), seguidos por Canadá (9), Reino Unido (8) y Australia (6).
“Es importante destacar que cada año crece el interés por parte del público boliviano”, informó Pérez. Para incentivar la visita de turistas locales, se han lanzado campañas dirigidas a residentes en Bolivia, como la promoción vigente desde febrero hasta julio de 2024 que ofrece descuentos de hasta un 50%.
La reserva, que abarca 50 hectáreas, no solo alberga el hábitat de reproducción de la paraba frente roja, sino que también sirve como refugio para otras 232 especies de aves, como el tordo boliviano (Oreopsar bolivianus) y la cotorra de los acantilados (Myiopsitta luchsi), que son aves endémicas de Bolivia. Además, la Reserva recibe visitas regulares de cóndores andinos y halcones pregrinos.
Para Simón Pedrazas, guardaparque de la reserva, la protección no se limita únicamente a la paraba frente roja, sino que abarca a todas las aves que habitan en el lugar.
“Para los turistas que nos visitan, cada una de estas avecitas es de gran importancia. Es gracias a ellas, que hemos obtenido este incremento económico”, asegura Pedrazas.
Filemón Sotogomez, quien desempeñó funciones en el comité administrativo de la reserva desde 2000 hasta finales de 2023, informó que con las ganancias se adquirió equipamiento para la escuela, incluyendo un parlante y estantes, además de haber construido una cocina. “Todo esto gracias a la paraba frente roja y a las demás aves, por eso, en nuestra comunidad, está prohibida la caza de aves y contamos con normativas, como la restricción de que los niños no manipulen flechas”, indica la exautoridad.
Wilfredo Vargas García asumió la presidencia del comité hace apenas un mes. Expresa su gratitud hacia los miembros de la gestión anterior por su labor en la construcción y mejora de infraestructuras, así como por socializar una conciencia ambiental.
Está plenamente convencido de que el trabajo de este nuevo Comité redundará en beneficio de toda la comunidad, especialmente de los jóvenes, quienes se verán favorecidos en el futuro con el aviturismo y seguirán progresando.
Pérez enfatiza que el desarrollo de habilidades y la preparación necesaria para gestionar un emprendimiento turístico requieren años de formación. Es por ello que Armonía respalda las decisiones del comité, que solicitó un mayor énfasis en capacitaciones relacionadas con aspectos administrativos, manejo de fondos y elaboración de informes sobre el uso de recursos.
Además, se impulsará la capacitación de más personas en áreas como cocina, limpieza y atención al turista. Asimismo, se han programado cursos de inglés, así como actividades para la identificación de aves y la promoción de la biodiversidad en la región. (Brújula Digital/La Nube)