martes, julio 23, 2024
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Un mundo surrealista

Ernesto González Valdés

Recuerdo que hace 5 o 6 años, cuando en la institución universitaria para la cual laboraba, ante la preocupación de docentes por el masivo uso de celulares, se tuvo que modificar el reglamento académico, inclusive al disciplinario, para evitar el uso de los mismos en clase. En las aulas había anuncios oficiales en las paredes, que decían “celulares NO”.
Esa fue la respuesta inmediata institucional, como acción; como reacción (1) de los estudiantes, aumentó el uso del celular, donde se aplicaba el juego del gato y el ratón, para ver quién cazaba a quién. Es más, parecía que no estábamos equivocados, ya que según noticias internacionales, sobre todo procedentes de Europa, en colegios de primaria la prohibición había sido total.
La medida había sido tal vez apresurada, porque: el celular fue creado para comunicarse esencialmente (función de los teléfonos que usamos en nuestros hogares). Y en clases su uso no era una prioridad, por la no disponibilidad del aparato para el propio estudiante o docente, por la carencia de aplicaciones con fines educativos, y una vez conocidas, no necesariamente estaban los docentes capacitados para usarlas.
Era necesario dar un giro al uso de celular: la comunicación como un recurso para entendernos los unos a los otros (lo genérico) y lo específico «además para que lo apliques en tus estudios».
A pesar de todo lo anterior, las redes nos siguen ganando –yo trato de contrarrestar con la lectura de libros (aunque sean electrónicos y periódicos impresos)–, para muestra, durante la cena, ¿están sentados o centrados en la pantalla de un celular?, no hay conversaciones propicias para conocerse más entre la familia, las amistades.
Diría que hasta aquí parece que la balanza se inclina a una falsa desaparición de celulares, tabletas, a pesar de que la tecnología llegó para quedarse. Pero, ¿por qué surrealista?
Cuando hablamos de surrealismo (2) nos referimos a un movimiento artístico y literario, que exploró el mundo de los sueños y el subconsciente a través de la creación del arte visual, la poesía, y las películas.
Vamos con la anécdota: Estudiantes adolescentes se reunieron en los escalones de una biblioteca de Nueva York para la reunión semanal –se reunían cada domingo, lloviera o nevara– que promueve la auto liberación de las redes sociales y la tecnología. Luego fueron a un parque, donde escondieron sus teléfonos y sentados en el césped comenzaron a pintar con acuarelas, otros leían libros impresos, novelas, hablaban de poesía, inclusive uno dijo: «miren al cielo, es una gibosa creciente, eso significa que la luna se hará más grande».
¡Espectacular! Creo que me sumaré a ese club, además de invitar a mis estudiantes.

(1) Sir Isaac Newton fue un físico, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés que estableció las bases de la mecánica clásica.
(2) André Breton, poeta francés, fundador del movimiento surrealista en Paris, en 1924.

El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.

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