Claves para la formación de docentes

Nos referiremos a los procesos de empatía y relacionamiento entre los estudiantes de las Escuelas Superiores de Formación de Maestros. Considerando que una formación integral de los maestros/as de Bolivia, implica desarrollar debidamente las habilidades interpersonales, vocacionales y procesos critico reflexivos. El docente constituye la columna vertebral de la práctica educativa en cualquier sociedad, puesto que en él recae la máxima responsabilidad del desarrollo integral del sujeto, los procesos de socialización. Asume el compromiso de contribuir significativamente a la formación de niños/as, jóvenes, adolescentes y adultos. Fomentando estrategias y actividades empáticas y de relacionamientos entre estudiantes, que promuevan el autoconocimiento e identificación de habilidades sociales, personales y comunitarias.
Los desafíos en la formación inicial de docentes son varios. El producir conocimientos desde la práctica, sin tener desarrolladas habilidades interpersonales, vocacionales y procesos critico reflexivos, son limitaciones a tomar en cuenta.
Según el perfil de formación inicial de docentes del Sistema educativo Plurinacional, podemos aludir a algunas características que tienen relación con procesos de empatía y relacionamiento de los mismos. Por ejemplo, las acciones para desarrollar relaciones de respeto, responsabilidad, solidaridad, reciprocidad y complementariedad en la comunidad de la ESFM; el desarrollo de capacidades comunicativas usando diversos lenguajes; la elaboración y ejecución de proyectos socioproductivos según intereses y necesidades locales y nacionales, que promueve la práctica de trabajo comunitario con los estudiantes.
Por todo lo anterior, ¿cómo son las habilidades interpersonales, como la empatía y procesos critico reflexivos entre los estudiantes? La propuesta, sin duda, va por el fomento de prácticas empáticas y de relacionamiento entre estudiantes, mediante actividades dialógicas, que fomenten el autoconocimiento e identificación de habilidades y capacidades personales y comunitarias, para encauzarlas hacia la convivencia armónica. Claro está que se requiere asertividad en la futura practica pedagógica. Es decir, el desarrollo de las capacidades y habilidades, mediante estrategias que coadyuven con la formación integral de los futuros docentes. Entre estas habilidades sociales está la empatía.
Son necesarias acciones y estrategias para una formación integral de los futuros maestros/as, sujetos autónomos, críticos de su realidad, que busquen la transformación mediante el empoderamiento de ellos mismos. En ese sentido, tal formación de los futuros maestros/as influye para generar condiciones pedagógicas transformadoras, con empatía y asertividad.