Ciudadanos de Samaipata protestaron contra la destrucción ambiental desenfrenada que sufre su región. Según denuncias locales, actividades mineras no reguladas y la explotación descontrolada de recursos naturales están devastando el paisaje montañoso y los ecosistemas circundantes, con efectos adversos en la calidad de vida y el bienestar de sus habitantes.
Alfonzo Banegas Rodríguez, miembro del Comité de Defensa y Protección de los Recursos Naturales y Turísticos de Samaipata, informó que desde el año 2000, diversas empresas mineras han estado operando al margen de la ley, causando un impacto negativo significativo en la zona.
Asimismo, dijo que la falta de licencias ambientales y el incumplimiento de las normativas vigentes han sido documentados por la Dirección del Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, que confirmó recientemente que varias empresas operan sin las autorizaciones necesarias.
Además de los daños ecológicos, la actividad minera en la región ha deteriorado infraestructuras clave como carreteras y caminos vecinales, y ha afectado recursos hídricos esenciales para la agricultura local.
La población de Samaipata, que ha visto un auge en el turismo ecológico y cultural gracias a su patrimonio natural y arqueológico, teme que estos atractivos se pierdan permanentemente si no se toman medidas urgentes.
La comunidad local convocó a una acción conjunta entre el Estado, las gobernaciones departamentales y los municipios para asegurar la protección y el desarrollo sostenible de Samaipata y sus alrededores. «Es hora de que todos los sectores de la sociedad trabajemos juntos para defender nuestra tierra y nuestro futuro», concluyó Banegas, destacando la necesidad imperiosa de una intervención efectiva para proteger los recursos naturales y la biodiversidad de la región.