Una confluencia de factores como el cambio climático, la expansión urbanística y una infraestructura deficiente llevó a Ciudad de México al borde de una severa crisis de agua.
Este líquido elemento subterránea se está agotando con rapidez. Una reserva importante tiene niveles tan bajos que ya no se utiliza para suministrar agua. El año pasado fue el más caluroso y seco de México en al menos 70 años. Y uno de los principales sistemas de agua de la ciudad, se enfrenta a una potencial situación de “día cero” este verano, en el que los niveles bajen tanto que tampoco pueda suministrar agua.
Ciudad de México, que solía ser un valle rico en agua que fue drenado para darle paso a una enorme área urbana, tiene una población metropolitana de 23 millones de habitantes, lo que la posiciona entre las 10 ciudades más pobladas del mundo, un gran incremento en comparación a los 15 millones de habitantes en 1990. Es una de varias ciudades importantes que enfrentan una grave escasez de agua, entre ellas Ciudad del Cabo; São Paulo, Brasil; y Chennai, India.
Aunque los problemas de Ciudad de México están empeorando, no son recientes. Algunas colonias carecieron de agua potable desde hace años, pero hoy en día, comunidades que nunca habían experimentado escasez están lidiando repentinamente con esta situación.
Los expertos advirtieron hace casi dos décadas sobre la disminución del suministro de agua, pero obtuvieron pocos resultados. Si en aquel entonces la red de agua de la capital ya estaba en una situación precaria, ahora “algunas partes del sistema se están cayendo a pedazos”, dijo Manuel Perló Cohen, un investigador de planificación urbana que estudia el sistema de agua de Ciudad de México.
Las condiciones excepcionalmente secas son la causa inmediata de la difícil situación del agua en la ciudad. México fue durante mucho tiempo vulnerable a las sequías, pero casi el 68 por ciento del país sufre sequía moderada o extrema, según la Comisión Nacional del Agua.
El sistema hídrico Cutzamala, una de las redes de presas, canales y tuberías más grandes del mundo que suministra el 27 por ciento del agua de la capital, se encuentra en un bajo nivel histórico del 30 por ciento de su capacidad normal, según muestran las cifras oficiales. En el mismo momento el año pasado, estuvo al 38 por ciento, y en 2022 se mantuvo al 45 por ciento.
Las autoridades proyectaron al 26 de junio como el posible “día cero”, en el que el sistema Cutzamala podría caer a la línea base del 20 por ciento en la que ya no podría utilizarse para suministrar agua a Ciudad de México.
En una de las reservas el nivel de agua llegó a niveles tan bajos que las autoridades cancelaron su uso en abril.
El agua subterránea, que suministra la mayor cantidad de agua de la ciudad, se está extrayendo el doble de rápido de lo que puede reponerse, afirmaron los expertos.
El suministro de agua de la ciudad, parte del cual llega desde lejos, fluye a través de tuberías viejas a lo largo de una red de más de 13.000 kilómetros de largo vulnerable a terremotos y hundimientos, donde las fugas causaron una pérdida estimada de agua del 35 por ciento, más de lo que proporciona el sistema Cutzamala. (Infobae)
El presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyos delegados aseguraron que el “día cero” no sucederá, insistió que su gobierno ya está abordando los problemas de agua de Ciudad de México. Afirmó que se están cavando nuevos pozos, y que los funcionarios están trabajando para poner fin a la corrupción relacionada con el agua consumida por las grandes industrias.