martes, julio 23, 2024
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Ajustarse los cinturones

Severo Cruz Selaez

Llegó la época de las vacas flacas, de ajustarse los cinturones, ante la crisis económica. Ésta que golpeará duramente a los menos favorecidos. A quienes no tienen ingresos mensuales. Obviamente quienes están en el Poder no advierten esa situación. Y ni el incremento salarial, dispuesto hace poco, permitirá atenuar sus efectos negativos inmediatos. Aún no ha vuelto el optimismo, ni la confianza, a muchos hogares bolivianos. Indudablemente, existen algunos con suficientes ingresos en el país. Entre ellos, los que medraron con los recursos fiscales, en una democracia indigenista.
El gas se hizo gas. “Se acabó el gas y concluyó el milagro económico impuesto por la Bolivia del Cambio, por el Estado Plurinacional, que tanto asombro causó en América y que finalmente era un bulo y nada más” (1). A raíz de ello estamos retornando a los tiempos de la estrechez. Por lo tanto: ya no tenemos los fabulosos ingresos de antaño, para gastar a manos llenas. Para complacer los gustos y las exigencias del entorno partidario. Para ejecutar obras que no cumplieron rol social, económico ni histórico. Recordemos que “por la venta –de ese energético– hasta el 2014 los ingresos bordearon los 6.000 millones de dólares, pero a la fecha los recursos no superan los 2,500 millones” (2).
Nadie, ni el “salvador”, ni el superhombre, podrá arreglar esta situación adversa, consecuencia del despilfarro durante la bonanza económica, entre el 2006 y el 2014. A no ser que llegue Papá Noel cargado de dólares, para reactivar la economía y cumplir, en lo posible, con el pago de la deuda externa que, a marzo de 2024, fue de 13.377 millones de dólares. Para generar empleo y que, de tal modo, nos permita reducir el trabajo informal que, según la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, supera el 80%, de la realidad social. Es un problema “estructural y de larga data que se profundiza por la informalidad económica y los desequilibrios en las políticas salariales que dificultan la creación y sostenimiento de empleo digno” (3), sostiene dicha institución.
No faltan los charlatanes, y los políticos de marras, que no se ajustan a la realidad. Que ofrecen, con afanes electorales, el oro y el moro. Que engatusan con demagogia a los incautos. Afirman que solo ellos representan la alternativa nacional y que no habría otros. La solución, asimismo, a la crisis económica. Pero no dijeron con cuáles recursos lo harían. Los hidrocarburos, por falta de exploración, han colapsado, reduciendo enormemente los ingresos a las arcas del Estado. Y ahora estamos en la incertidumbre.
En suma: nos falta poco para retornar a los tiempos en los que se hacía fila por una marraqueta.

NOTAS
(1) “¡Estamos yescas!”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 3 de mayo de 2024.
(2) “Tres factores provocan la escasez de divisas”. EL DIARIO, 10 de mayo de 2024.
(3) “Gobierno pretende atribuir el trabajo informal a empresarios”. EL DIARIO, 18 de mayo de 2024.

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