China inició dos días de ejercicios militares a gran escala en torno a Taiwán, en lo que calificó de «castigo» por los llamados «actos separatistas». La medida llega días después de que la isla de gobierno autónomo jurara el cargo de un nuevo líder elegido democráticamente, quien pidió a Beijing que cesara sus tácticas de intimidación.
Las autoridades taiwanesas respondieron de inmediato y movilizaron sus fuerzas marítimas, aéreas y terrestres. Taiwán desplegó cuatro aviones de combate desde la base de Hsinchu, a unos 60 km al suroeste de Taipéi. «Continuaremos defendiendo los valores de la libertad y la democracia», aseguró el presidente Lai.
Estas maniobras, denominadas «Joint Sword-2024A», se producen después de la investidura, el lunes, de Lai Ching-te, cuyo discurso de toma de posesión fue percibido por China como una «admisión de la independencia de Taiwán».
En los ejercicios participan el Ejército, la Marina, la fuerza aérea y la unidad de cohetes y los analistas advierten que podrían ampliarse o renovarse próximamente.
Su objetivo es verificar la «capacidad de tomar el poder y realizar ataques conjuntos, así como de controlar territorios clave», dijo el viernes Li Xi, portavoz del Comando del flanco Oriental del ejército chino. (CNN-France 24)