Mientras en el país prevalecen las discusiones sobre temas políticos, como los que enfrentan a evistas y arcistas que, en el fondo, pugnan por seguir gobernando el país, mediante el MAS, a pesar de su desastroso desempeño desde el año 2006, cuando arribaron al poder y quedaron a cargo de administrar una enorme cantidad de dinero, dilapidado de manera irresponsable, otros temas también preocupan a la población.
Se trata de que en los primeros meses de este año 30 mujeres y 18 niños fueron victimados según información proveniente de un organismo estatal. Sin embargo, seguramente hay muchas más víctimas en el país, sin que hubieran sido, en algunos casos, atendidas a tiempo para evitar que perdieran sus vidas. De acuerdo con un informe, hubo ocho feminicidios en La Paz, cinco en Cochabamba, seis en Santa Cruz, tres en Tarija, tres en Potosí y tres en Oruro, uno en Beni y uno en Chuquisaca. A esos lamentables hechos se suman otros de igual manera preocupantes. Y es que en La Paz hubo 10 infanticidios, cuatro en Santa Cruz, dos en Cochabamba y dos en Oruro. También se informa que muchos de los feminicidas e infanticidas están con detención preventiva y sentencia.
El grado de violencia en contra de mujeres es cada vez peor y van desde feroces golpizas hasta asesinatos con diferentes armas. En el caso de menores, también son objeto de tratos agresivos, inclusive en el ámbito familiar. Y recientemente se halló a una recién nacida muerta, envuelta en una sábana, en una calle. Son casos conocidos mediante la prensa, pero seguramente hay muchos más que no son de dominio público.
Por todo lo mencionado, este es un problema que hiere la sensibilidad de nuestra sociedad, sin que las autoridades nacionales asuman medidas eficaces para proteger realmente a mujeres e infantes, debido a que están enfrascadas en asuntos políticos mezquinos, descuidando sus obligaciones con el resto de la población.
Al margen de llamados gubernamentales para “activar mecanismos de prevención contra la violencia a las mujeres y niños” y la elaboración de normas que, al no tener aplicabilidad, resultan inútiles, la población requiere que el problema sea tratado en profundidad y con apoyo de organismos especializados.
Es hora de intensificar campañas sobre temas como la violencia física y psicológica en el ámbito familiar, las clases de agresores, las visiones de los roles de género, los antecedentes penales, la atención policial a las denuncias de mujeres agredidas, y muchos otros que podrían ayudar a prevenir tan dolorosas muertes.
Si no surge un verdadero interés desde el oficialismo para asumir medidas de prevención que realmente tengan efecto, seguirán aumentando los casos de feminicidio, dejando como saldo a menores en orfandad, sin que se sepa si todos han recibido ayuda psicológica y material para que puedan reponerse de su tragedia.
Casos de feminicidio e infanticidio en aumento
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