La decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional para que continúe en el Legislativo la preselección de candidatos a magistrados, los cuales serán elegidos por vía del voto popular, ha sido un paso más para hacer posible ese procedimiento, nacido con la Constituyente de 2008 y promulgada y puesta en aplicación por el entonces gobierno del presidente Evo Morales.
En forma concreta, la práctica del voto universal para elegir magistrados emergió del Artículo 182 de la Constitución Política vigente, cuyo texto dice a la letra: “Las Magistradas y los Magistrados al Tribunal Supremo de Justicia serán elegidas y elegidos mediante sufragio universal”. Tal disposición fue acatada en dos oportunidades, a pesar de diversas observaciones partidarias e institucionales en esas ocasiones.
La aplicación de ese sistema electoral fue desconocida hasta entonces, pues los magistrados eran elegidos directamente por el Órgano Ejecutivo, lo que ponía en duda su independencia. Además, se pensaba que esa elección de magistrados por voto popular podría ser la maravillosa receta que haga posible que la justicia sea eficiente, libre de influencias, con jueces supremos de alta efectividad y totalmente dedicados a sus funciones, al margen de las presiones del Ejecutivo.
Pero una vez aceptada esa forma de elección, en la práctica no funcionaba y se lanzó contra la justicia en general los más duros calificativos, llegándose a decir que “estaba podrida”, “que estaba en estado comatoso”. Es más, en forma abierta y concreta, se afirmó que el nuevo sistema de elección de magistrados resultó un fracaso, tanto en su realización inicial como en sus resultados, por lo que no debería realizarse en una tercera oportunidad. Entonces se planteaba la necesidad de una reforma de la Constitución Política, en lo que se refiere a la cuestión de los magistrados.
Esa forma, la opinión pública se dio cuenta de que las autoridades nacionales habían cometido un error mayúsculo, como lo comete cualquier ser humano, y que se debería proceder a reconocerlo, con la finalidad de corregirlo y, ante todo, no repetirlo.
Por otro lado, para cumplir con la Constitución Política y sin tomar en cuenta las experiencias pasadas, existen corrientes de opinión que insisten en las elecciones judiciales de acuerdo con la antigua fórmula, como son los casos de Evo Morales, jefe del MAS y Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, quienes apoyan la elección judicial.
Asimismo, aún mucha agua debe pasar por debajo de los puentes, como finalizar la preselección de candidatos, realizar el acto electoral según el voto universal y saber cómo actuarán los magistrados electos. En ese sentido, cualquier pronóstico sobre el futuro voto universal para magistrados se lo llevará el viento. Lo único que queda es esperar lo que pasará con la elección de magistrados y el comportamiento de éstos a partir de entonces.