Parte I
Cuando nos referimos al tema de investigación, hacemos referencia a un proceso sistemático y organizado que tiene como propósito responder a una pregunta, lo cual nos permite aumentar nuestros conocimientos e indagar y conocer información sobre algo desconocido. De igual manera podemos hacer referencia a que la investigación es realizar actividades intelectuales y experimentales con el propósito de aumentar los conocimientos sobre algún tema determinado.
Se debe asumir el rol de investigador para la labor docente y generar un ambiente de investigación en el aula, desde Educación Inicial en Familia Comunitaria hasta el Subsistema de Educación Superior, evitando la reproducción de un pensamiento pasivo y acrítico. De esta manera se podrá formar profesionales activos y críticos.
“La investigación y la enseñanza mantienen una relación estrecha, debido a que la práctica docente de calidad se debe apoyar en la investigación y al mismo tiempo ser el espacio para que la investigación indague, analice y aplique” (Latorre, 2004).
La formación del espíritu investigativo de los estudiantes requiere en principio que el docente conozca lo que implica la investigación, por lo cual, la investigación cobra importancia en el aula debido a que es considerada una estrategia de aprendizaje para conocer específicamente operaciones intelectuales que intervienen en cualquier proceso de aprendizaje y enseñanza.
Una estrategia para aplicar la investigación en el aula, es presentar situaciones problemáticas que sean suficientemente nuevas y únicas, para esto es necesario formular una o varias preguntas, como un objeto de indagación. En sí, la tarea del docente consiste en instalar la incertidumbre respecto a los conocimientos previos del alumno, los cuales le brindarán la seguridad para que se arriesgue en la búsqueda de nuevos saberes provisionales, y así aprende de manera autónoma y con facilidad.